06/09/18

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Juan 15:5

Buen día amados, es importante entender que todos damos frutos, el tema está en saber a quien estamos pegados para catalogar si son buenos o malos.

Y se identifican fácilmente si son de un sabor o del otro, porque solo hay dos espíritus a los cuales podemos estar pegados, el de Dios o el del diablo.

A veces no somos concientes de las repercusiones que provocamos en aquellos que comen de nuestros frutos.

El otro día, cuando envíe el mensaje acerca de que los necios dan rienda suelta a su ira, justo en ese momento, una miembro de Paraguay estaba a punto de renunciar a su trabajo porque se había enojado muchísimo con su patrón.

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Y enseguida me escribió para agradecerme, porque el mensaje la había ayudado a reflexionar, a volver a la calma y pudo evitar que la situación se convirtiera en un caos. Me dijo: Pastor, llegó en el momento justo.

Pegado a Jesús pude dar un buen fruto, que una miembro pudo saborear y le fue beneficioso para su salud espiritual.

¿Que clase de frutos, les estás brindando a aquellos que constantemente consumen de tu planta?

Transfiere estos mensajes a otras personas y comparte conmigo el sabor de los frutos de estar pegados a Jesús.

Pastor Eliseo

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