Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
Santiago 2:26
Bendecido día amados, este es un versículo que cuando se nos revela, nos puede ayudar a ser libres de muchísimas confusiones que nos pueden llevar inclusive a perder la salvación.
La fe es un merito que no pertenece a la tierra, sino que es exclusivamente del cielo.
Digo que es un merito, porque para que la podamos obtener, necesitamos buscar a Dios con un corazón sincero, esa es la única manera para que el Señor tome a través de su Espíritu el control de nuestras vidas.
Por esta causa, el Señor, reprendía y exportaba tanto a los fariseos y a los escribas y la mayoría de las veces se dirigía a ellos llamándolos hipócritas.
Un Hipócrita, en el.idioma Griego es un actor, alguien que hace algo pero que en definitiva no tiene ningún fundamento cierto, todo es falso.
Realiza el trabajo de actuar, solo para lograr un beneficio económico, por ser reconocido o por alcanzar un lugar de poder, pero toda su obra está completamente alejada de un verdadero deseo que nace del corazón.
El Señor enseñaba acerca de la personalidad de estos hombres, y les decía a sus seguidores, que hagan lo que ellos digan, pero que no hagan lo que ellos hacen, porque dicen y no hacen.
Sin embargo, las escrituras hablando de ellos, nos dejan muy claro que se los veía orar en las plazas, que ayunaban dos veces a la semana, que ponían sus diezmos, que se peocupaban de hacer prosélitos, pero todo enfocado para que los vean los hombres, nada de eso lo hacían porque lo sentían en el corazón, eran totalmente insensibles a las obras del Espíritu.
Todo por causa de que sus motivaciones buscaban un beneficio o un reconocimiento terrenal, Jesús, el Hijo de Dios, no moraba en sus corazones, y tristemente cuando esas cosas son los fundamentos de las obras, es porque el espíritu está muerto.
Hay algunos que aún viven mas engañados, pensando que pueden acceder al reino de Dios por obras que hacen en favor de mejorar la estructura del templo, ayudar a los hermanos o colaborar con los mas necesitados.
Este es uno de los mayores sufrimientos para un pastor, llevar adelante el ministerio con miembros que son sumamente efectivos en hacer las obras que se les encomiendan, pero su espiritualidad está apaga o muerta.
Déjame decirte, que por mas que hagas obras en favor de acondicionar el templo, juntar o repartir alimentos para los necesitados, o lo que sea, si eso no está hecho por una verdadera iniciativa del espíritu, por tener a Jesús reinando dentro de tu ser, eso puede ser uno de los peores engaños para perder la salvación.
Te vuelvo a repetir, la fe no se consigue en la tierra, es exclusivamente del cielo y para poder obtenerla primero necesitas ponerte a cuentas con tu creador, para que el pueda nuevamente resucitar tu espíritu y así poder enviar a su Espíritu Santo a morar a tu vida.
A partir de ese momento, lo primero que deberías hacer, es meditar en su palabra, conocer más a Jesucristo, esa es la estrategia correcta para que nazca dentro de ti la fe y puedas hacer las obras que agradan a Dios.
Tu meditación diaria, es la clave para discernir cuantas obras puedes estar haciendo por la fe, es la única manera de que Jesús se adueñe de tu corazón, sino tomas la decisión de vivir de esa forma, seguirás teniendo una vida hipócrita.
Pastor Eliseo Laguna