Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Mateo 25:33-34 ❤
Bendecido día amados, no conozco a ningún ricachón que en su lecho de muerte, haya pedido que le traigan delante de él todas sus riquezas, y los papeles de sus posesiones, para verlos y despedirse antes de morir.
Tristemente parecería que en ese momento crucial de la vida del hombre, que el diablo lo suelta por un instante para burlarse, y le permite entender su gravísimo error, para que parta con un sufrimiento mayor, al darse cuenta que vivió toda su vida engañado.
No es un momento en el que el Señor le permite tener lucidez para arrepentirse, no se equivoque, Dios no le da esa clase de luz al que durante toda su vida lo ignoró y puso su prioridad en las riquezas.
Ese momento lo permite el diablo para que se de cuenta que lo engaño toda su vida.
Entonces el moribundo, pide que vengan todos sus seres mas queridos para despedirse.
Y ahí se arrepiente, por no haber cumplido como esposo, como padre, como amigo, etc, reconoce que se dejó cegar por los afanes de este mundo. Pero, ¿De que sirve?
Ese arrepentimiento no vuelve hacia atrás las agujas del reloj, ya la vida se le fue y en el otro mundo le espera aún un mayor sufrimiento.
Hay otro que triunfa, y que también le cedió un poco de tiempo a sus familiares y amigos, pero no el que realmente les tendría que haber brindado, y se retira de este mundo con un pesar menor que el anterior.
Y analizando esto, considero que esto va a acontecer también con muchísimos, pero muchísimos cristianos, que viven engañados por el diablo.
Una gran parte de los cristianos, se van a perder, por no haberle dado el enfoque correcto a sus vidas.
Aunque están dentro de las congregaciones, no viven para el espíritu, sus prioridades son carnales.
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Los que viven de esa manera, van directamente al sufrimiento eterno, por mas que se arrepientan en el lecho de muerte, el Señor los va a maldecir.
La Biblia por boca del Señor Jesús nos deja muy clara la causa; Porque tuve hambre y no me diste de comer, tuve sed y no me diste de beber, fui forastero y no me recogiste, etc.
Y en el momento de la muerte, ya no hay tiempo para cumplir con estos requisitos.
Pero van a haber otros, que cumplieron con su vida cristiana y van a entrar al cielo, pero que también se van a arrepentir, por no haberla vivido tan fervientemente como debían.
Cuando lleguen al cielo y vean su majestuosidad, y al Señor Jesús repartiendo los galardones y entregando las coronas con sus respectivas diademas por las obras que hizo cada uno en la tierra, se van a arrepentir de no haberse esforzado más.
Muchos de los que van a entrar se van a preguntar: ¿Porque no ame más? ¿Porque no alenté mas a mis hermanos a tener fe? ¿Porque no ore y medité más en la palabra?
¿Porque no sembré más para el mejor funcionamento del reino?, ¿Porque no cuide más de mis pastores? ¿Porque no evangelice más? Y ¿porque?, y ¿porque?, y ¿porque?
No te dejes engañar más por el diablo, no corras el peligro de perderte o de llegar al cielo y pasarte preguntando ¿porqué?
Ahora es el tiempo de comportarte como un verdadero hijo de Dios y que Jesús con alegría al morir te espere en el otro mundo y te diga: Venid bendito de mi Padre.
Pastor Eliseo Laguna