Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte. Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez.
Génesis 18:31-32 ❤️
Bendecido día amados, todos creo que conocemos esta historia, en la cual, Abraham le pregunta al Creador, si el Dios justo, destruiría al justo juntamente con el impío en Sodoma y Gomorra.
Y empieza una desesperación de parte del patriarca Abraham, intercediendo delante de Dios, por la masacre que ya había determinado realizar en esos lugares por la maldad que albergaban en sus corazones sus habitantes.
La historia cuenta que fueron enviados dos ángeles a socorrer a los justos y era tan grande la depravación de los que vivián ahí, que quisieron tener relaciones sexuales con ellos.
Al final, solamente tres personas lograron salir de la región y así evitar la ira de Dios, que los exterminó a todos con una lluvia de azufre y fuego.
Lo más escandaloso de todo esto, es que Jesús mismo, nos alerta de que los tiempos que ahora estamos viviendo los moradores de la tierra, son como los de Sodoma y Gomorra, anunciando del pronto castigo que el mundo va a sufrir porque la ira de Dios que está a punto de manifestarse.
Y los pastores estamos desesperados como Abraham, preguntándole al creador ¿cuántos en verdad serán rescatados por los ángeles y podrán evitar, Dios, tu enojo?
La escritura dice: Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo.
Es impresionante y provoca un dolor inmenso, ver como los hombres no toman seriamente las advertencias que Jesús trasmite desde los púlpitos a través de sus escogidos.
Sorprende en sobremanera ver como los ignorantes e incrédulos, se burlan del Señor, tomando compromisos con los siervos y después no cumplen con las obligaciones otorgadas.
Con la facilidad que pueden romper las leyes de Dios, para adulterar con los ofrecimientos del diablo, que todos coquetean con la muerte eterna.
Muchas veces, los discípulos le brindan al Señor un servicio que da asco, se puede entender el porque el Señor dice en el libro de Apocalipsis que a los tibios los va a vomitar de su boca.
Estas son algunas cositas de todas las inmundicias que se ven en algunos miembros, sin hablar absolutamente nada de las perversidades que hacen todos aquellos que no conocen al Señor.
Y ahí estamos los pastores preguntándole a Jesús, ¿Señor cuántos de la congregación son salvos?
¿Habrá cincuenta?,¿treinta? ¿veinte,? ¿diez? ¿cinco?
Los tiempos del fin se acercan y son como los de Sodoma y Gomorra.
Asegúrate de que si hay dos que se salvan, el segundo seas tu, porque yo le ruego a Jesús que me proteja y me guarde de desfraudarlo.
Pastor Eliseo Laguna