El Seol y el Abadón nunca se sacian; Así los ojos del hombre nunca están satisfechos.
Proverbios 27:20 ❤
Bendecida tarde amados, debemos aprender a estar satisfechos con el sustento que Dios nos brinda cada día, y a darle gracias en todo.
El Seol, que es lo mismo que el infierno, y el Abadón que es el lider del abismo, nos destacan dos lugares terribles, para todos aquellos que se resisten al amor de Dios, estos nunca se sacian con las almas que entran por sus puertas y se pierden en el sufrimiento eterno.
El ojo del diablo nunca está satisfecho con la cantidad de perdidos por sus engaños, siempre quiere más, por esa causa anda como leon rugiente buscando a quien devorar.
Los hombres insaciables, que nunca están satisfechos con lo que tienen y que siempre están buscando acaparar más, sin que les importe el daño que le pueden provocar a los demás, es por causa de que sus ojos están gobernados por la influencia del diablo.
La escritura dice que el ojo es la lámpara del cuerpo, y que si está en luz, todo el cuerpo será luminoso, pero si es maligno, todo el cuerpo estará en tinieblas.
En definitiva nos enseña que el ojo revela el estado del corazón del hombre, porque a través de el, descubrimos lo bueno o lo malo que tiene adentro.
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Quieren más dinero, más hombres o mujeres, más vacaciones, más ropas, agregar un nuevo auto, una nueva propiedad, etc.
Están absorbidos por los afanes del mundo, y no saben que por sus ojos malignos se han convertido en enemigos de Dios.
Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
El verdadero cristiano, no tiene nada en este mundo para recostar su cabeza, el confia plenamente en el sustento diario de Dios y le da gracias en todo.
Pastor Eliseo Laguna