Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Juan 8:31-32 ❤
Bendecido día amados, el momento que está viviendo el mundo, es muy revelante para descubrir a las personas que no conocen al Señor, a los que son seguidores y sus discípulos.
Ante este nuevo engaño de Satanás, se puede percibir que los que viven en el mundo no tienen diferencias con los seguidores de Jesús.
Le llamo seguidores del Señor, a todas aquellas personas que se le han acercado con el único fin de sacar alguna ventaja de su poder.
Obtener una sanidad, una liberación, que los pueda prosperar, que los pueda sacar de vicios, ordenar situaciones familiares, etc.
Y esto se nos puede esclarecer más, cuando vemos el pasaje donde Jesús les preguntó a sus discípulos que pensaban las personas acerca de él.
Las respuestas de sus discípulos fueron: Unos dicen que eres Elías, otros Jeremías, el Bautista o alguno de los profetas.
Dando a entender que eran personas utilizadas por Dios y que tenían poder delegado para realizar ciertas señales.
Pero las personas que piensan así de Jesús, luego de tener un contacto beneficioso con él, se retiraban de su presencia sin mantener una relación constante, como nueve de los diez leprosos que sano.
A estos les llamo seguidores, buscadores de beneficios, totalmente alejados de tener la palabra de Dios en sus corazones.
Entonces cuando vienen las pruebas, las tentaciones, o persecuciones por causa del Señor, no tienen diferencia con las personas del mundo.
Tienen miedo, se desesperan, están llenos de preocupaciones, de dudas, confusiones y con una gran inestabilidad mental, debido a que ese tipo de relación con Dios, no los saca del mundo del engaño de Satanás.
Pero llamo discípulos, a los que no buscan los beneficios que les pueda brindar Jesús, sino que ellos quiere tener una intimidad y por lo tanto se preocupan por saber quién es Él y entonces guardan su palabra.
Jesús le preguntó a sus discípulos; ¿ y vosotros, quién decís que soy?
Y Pedro le respondió: Tu eres el Cristo el Hijo del Dios Viviente. Y Jesús le dijo: Bienaventurado y que las puertas del infierno no prevalecerían sobre la iglesia.
Los discípulos no andan buscando milagros, ellos buscan la intimidad.
A ellos, el Padre se les revela y les permite entender la verdad, a los que no buscan a su Hijo por los beneficios, sino porque quiere conocerlo y vivir junto a él.
Estos son los que permanecen confiados y se fortalecen ante las adversidades, porque por la gracia de Dios y por el conocimiento de la palabra, saben que las cosas que suceden en este mundo son los engaños de Satanás y que Dios tiene todo bajo su control.
Ellos son los que conocen la verdad y por lo tanto viven libres, saben que el Padre celestial siempre está con ellos, cobijándolos debajo de sus alas.
Pastor Eliseo Laguna