13/12/18

Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Eclesiastés 2:26 ❤

Buen día amados, esta es una de esas palabras que Dios estipuló que quede registrada en las escrituras que da escalofríos.

¿Sabes para qué o para quién te esfuerzas trabajando todo el día? Y ¿quién te garantiza que lo que estás recogiendo y amontonando va a terminar en el destino que anhelaste?

Hay una sola forma para saber que tu esfuerzo diario va a ir a parar al destino que elegiste, y eso te lo garantiza el pedir el pan a Dios cada día para no salirte de su voluntad.

Si tu vida no gira en torno a la voluntad del creador, aunque te creas dueño, puedes ser el mejor empleado de la persona más pobre que hoy con sinceridad está buscando agradar a Dios.

Muchas veces las personas que no conocen los propósitos divinos, por sus ignorancias, se burlan o hablan en contra de los que están sirviendo apasionadamente a Jesús.

Sin revelación, sin sabiduría, sin ciencia y sin gozo espiritual, pueden estar hablando equivocadamente de los que trabajan en la obra de Dios.

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Por ejemplo: Habla tanto de Dios, pero no tiene ni para pagar sus deudas. Dice que Jesús está con él, pero vive esclavizado, por algo lo está persiguiendo la justicia, algo habrá hecho para que este en la cárcel.

Lo maravilloso de Dios, es que mientras sus seguidores pueden estar padeciendo por causa de ser preparados para gobernar a multitudes, los que hablan mal de ellos, pueden estar trabajando duramente para que cuando salgan de sus procesos se queden con sus riquezas.

¿Quien se podía imaginar que a un jovencito al que quisieron matar sus propios hermanos, que fue vendido como esclavo, que fue perseguido por la justicia y terminó encarcelado podía de la noche a la mañana convertirse en el primer gobernador de Egipto?

¿Cuántas personas que trabajaron incansablemente y se burlaron de los padecimientos de José por causa de la preparación de Dios, se imaginaron que sus riquezas de un dia a otro quedarían bajo su dominio?

Puedes pensar a mi no me va a pasar, pero te vuelvo a preguntar ¿quién te garantiza que las riquezas que lograste obtener las utilizarás en el objetivo que te trazaste?

El vivir buscando el pan del Padre celestial para hacer su voluntad, es la única garantía para decir que el esfuerzo que realizastes va a terminar en el destino que elegistes.

Pastor Eliseo Laguna

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