13/4/2021

TU LO HAS DICHO

Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me va a entregar. A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido. Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho.
Mateo 26:23-25

Bendecido día amados, estoy sorprendido por la dureza que a veces tienen en el corazón muchos de los que dicen seguir a Jesús, tienen pecados escondidos o visibles, tan arraigados, que están bloqueados para que el Padre celestial les pueda abrir el entendimiento y revelar su palabra.

El caso de Judas es sorprendente, como por causa de su maldad, permitió que el diablo pudiera tomar tanto su corazón, a pesar de que era uno de los más cercanos del Señor.

Jesús, intento de varias maneras llevarlo a la reflexión, para que no cometiera un error tan grande como el de traicionar al Hijo de Dios y entregarlo a la muerte.

Primero, le anuncio que el que metiera la mano en el plato, ese lo iba a entregar.

Imagínese a Dios diciendo eso, creo que cualquier creyente en esa situación, se levanta de la mesa y huye. Hace un ayuno por varios días, antes de volver a tomar algo de lo que esta servido en la mesa y después, que vio, que muchos ya metieron primero su mano.
Pero Judas, no entendió la gravedad.

Segundo, Jesús hace refierencia a la demencia que puede llegar a tener una persona a la que se le ocurra entregar al Hijo de hombre, hablando indirectamente acerca de su vida.

Y hace una exclamación de dolor y dice unas tremendas palabras, para que cualquiera que este considerando cometer ese errror, aborte inmediatamente ese pensamiento. Ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.
Sin embargo, Judas, ante este mensaje de alerta extrema, no pudo reaccionar.

Y tercero, Jesús, después de que los discípulos estaban totalmente conmovidos, asustados, y temerosos y le pregunto cada uno: ¿Soy yo Señor? también Judas, de la misma manera, le dijo: ¿Soy yo maestro? y Jesús le respondió: Tu lo has dicho, le confirmó directamente que era el traidor, pero ni así, pudo entender la gravedad de lo que estaba por acontecer con su vida.

Estamos viviendo momentos espirituales muy difíciles, que por causa de pecados escondidos o visibles de los miembros, el diablo les tiene bloqueado el entendimiento y no se dan cuenta, cuanto lastiman a los siervos de Dios y destruyen el reino de los cielos.

No hay predicación, o aviso de alerta que se les da directamente, con nombre y apellido, que les haga entender la gravedad extrema de lo que están haciendo.

Dios permita que este mensaje nos confronte a todos y meditemos seriamente en las predicaciones y en las palabras que nos dan nuestros pastores, antes de que sea demasiado tarde para que nos podamos arrepentir.

Pastor Eliseo Laguna

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