Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones,
Efesios 1:15-16 ❤️
Bendecido día amados, los seguidores de Jesús deberían entender que el evangelio es una gran negocio, pero no para ganar dinero, sino para salvar las almas.
Desde chiquito Jesús había entendido esto, y cuando se les desapareció con doce años, por tres días a sus padres terrenales, cuando lo encontraron nuevamente en Jerusalén, el estaba en la sinagoga hablando de la palabra con los líderes espirituales.
Y cuando María le pregunto porque había hecho eso, el le respondió con una pregunta: ¿No sabías que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?
¿Cuál era el negocio? Capacitarse para tener conocimiento de la voluntad de Dios, para luego estar preparado para salvar las almas.
Y ya cuando era grande Jesús dijo: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
El Padre y el Hijo aún siguen negociando.
El apóstol Pablo tenía mucho conocimiento de la empresa espiritual de Jesús, y por lo tanto, estaba sumamente contento que no había perdido el tiempo que utilizó para enseñar a negociar a sus seguidores.
Al escuchar acerca de los discípulos en los cuales había invertido en preparación, estos le estaban dando ganancias.
Que bueno es cuando alguien tiene una empresa y la deja en manos de empleados que responden a los requerimientos económicos, esos servidores, no tienen que preocuparse por dinero, el dueño con alegría los va a recompensar.
En el negocio de las almas, sucede lo mismo, no hay mejor recompensa espiritual de que tu superior este contento contigo, por tu función y las ganancias que le brindas al reino y que él continúe
orando y dando gracias a Dios por tu vida.
Es un gran beneficio para ti, que tu pastor interceda delante del Padre celestial, pidiendo que te aumente tu sabiduría y también que te de revelación de las escrituras, para que tengas más recursos espirituales y continúes enriqueciendo el reino de Dios, que dio a su único Hijo en sacrificio para obtener la mayor cantidad de almas.
¿Que clase de negociante eres? ¿Estará satisfecho Jesús contigo?
Pastor Eliseo Laguna