No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Mateo 7:21
Buen día amados, sabiendo que existe un cielo y un infierno, después de la muerte, TODOS queremos entrar al cielo.
Sin embargo Jesús es muy claro acerca de aquellos que tienen ese privilegio.
Estos entendieron que son parte de una familia espiritual y que se tienen que sujetar a la voluntad de ese Padre que está en los cielos.
Habla de que los que entran tuvieron una intimidad con su creador.
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Hay otros que lo tienen a Jesús como un trapo de piso, cuando hacen un enchastre en sus vidas, le dicen Señor, Señor y después que les soluciona los problemas, lo vuelven a tirar en el rincón.
Están también los que tienen a Jesús para satisfacer solo sus beneficios personales. Hacen la oración de la oveja, le dicen Señor, Señor, bendicimeeee, sanameeee, prosperameeee, cuidameee, protegemeeee.
Pero Jesús es muy claro, solo los que le dicen Señor, Señor y están dispuestos a tener una intimidad y a obedecerlo, esos son los que entran al reino de los cielos.
¿Con cuál de estos tú te identificas?
Pastor Eliseo