15/10/2021 – MEJOR REPRENDER QUE LISONJEAR

MEJOR REPRENDER QUE LISONJEAR

El que reprende al hombre, hallará después mayor gracia Que el que lisonjea con la lengua.
Proverbios 28:23 ❤️

Bendecido día amados, tristemente hoy vemos como la sociedad se va corrompiendo, por motivo de que los padres, son cada ves mas permisivos y sensibles con sus hijos, en las correcciones cuando cometen errores.

Cuentan que en Corea, un día, a un joven lo sentenciaron a muerte en la silla eléctrica por andar robando.

Cuando le preguntaron cual era su última petición, pidió para ver a su madre.

Cuando ella llego al lugar de la pena, se acerco a su hijo y cuando el la abrazo, le arranco de un mordisco su oreja.

Los carceleros sorprendidos, le preguntaron al joven, ¿porque había tenido ese acto tan despiadado con su madre? Y el respondió, …. cuando yo era chico y llegaba a mi casa con cosas robadas, mi madre festejaba conmigo y me incitaba a seguir robando, por esa causa, hoy estoy en esta situación.

Ella debería morir conmigo, porque cuando me tenia que corregir duramente, ella me lisonjeaba.

Sin embargo, cuando yo era chico, era común que la escoba de mi madre diera contra mi espalda y que también, volaran sus suecos por mi cabeza, eso era algo normal, de casi todos los días.

Cada error que cometia, o cada capricho que manifestaba, terminaban con una paliza de mi madre o con alguna penitencia.

Cuando cumpli los treinta y dos años y me fui de su casa para casarme, le hice una carta de agradecimiento.

Recuerdo, que en esa nota, no le agradecí que siempre estuvo a mi lado, que siempre me alimento y me vistió, o que me brindó todos los estudios, no, ….. nada de eso le agradecí, sino que resalte con agradecimiento, cada paliza o disciplina con las cuales me había corregido.

Y considero que eso debe ser una gran satisfacción para un padre o una madre, porque es fácil alagar a un hijo, pero es muy duro cuando se lo tiene que disciplinar.

Cuando era chico, sentía que cada vez que mi madre me pegaba, no la quería ver, pero cuando crecí, entendí su buen deseo para mi vida y le agradecí.

Y esto, no es solo para las relaciones entre padres e hijos, esto es básico en todos los ámbitos, para mantener una sociedad saludable.

El hombre sabio prefiere mucho mas las correcciones que los alagos.

Es preferible que las personas se alejen de ti por corregirlas, a tenerlas a tu lado con lisonjas, mas tarde o mas temprano, sentirás el dolor del error.

Pastor Eliseo Laguna

Comparte el artículo

Email
Facebook
Twitter
WhatsApp

Iglesia Siglo XXI - Montevideo - 2020 - © Copyright