15/6/2019

Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
Mateo 7:24-25 ❤

Bendecido día amados, en los momentos de pruebas, de tentaciones y tribulaciones salen a relucir los frutos de las semillas que permitieron que se sembraran en sus corazones.

Quizás no prestaron mucha atención, no tomaron enserio el hecho de velar y orar, pero cuando lleguen los momentos de que las semillas sean probadas van a sentir el sabor de los frutos que sembraron.

Jesús subió al monte a sembrar semillas en sus discípulos, para que puedan soportar los tiempos de lluvia, para cuando vengan ríos y soplen los vientos, si lo escucharon con atención, el resultado es evidente, la fe permanecerá intacta, será genuina.

En los momentos de pruebas extremas sale el verdadero estado de cada ser humano, si las palabras que les transmitieron sus pastores echaron raíces en sus espíritus, sobre la roca o solamente escucharon las enseñanzas holgadamente y sus casas las construyeron sobre la arena.

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Es evidente que el sembrador, cuando venga a comer los frutos, va a reclamar aquellos, de acuerdo a las semillas que puso y si no los encuentra o la tierra dió otros diferentes, se va a enfurecer.

La clave para llegar al destino final en buenos términos es la prudencia con la que se recibieron y se cuidaron las semillas.

La prudencia es la capacidad de pensar, ante ciertos acontecimientos o actividades, sobre los riesgos posibles que estos conllevan, y adecuar o modificar la conducta para no recibir o producir perjuicios innecesarios.

Debes ser prudente ante las palabras del sembrador, la lluvia, la venida de los ríos y el soplar de los vientos algún día llegan y tienes que salir victorioso, pueden golpear contra tu casa, pero el cimiento sobre la roca la va a mantener intacta.

Pastor Eliseo Laguna

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