16/3/2020

Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended: No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.
Mateo 15:10-11 ❤

Bendecido día amados, es notorio que el mundo está pasando por una crisis muy severa, debido a la situación que está provocando el Coronavirus.

Y ante tal situación, hay dos tipos de personas que se mantienen en calma, los verdadero discípulos de Jesucristo, que confían plenamente en la protección de Dios y los malvados que proyectaron la aparición del Virus y que ya saben como combatirlo, pero antes se tienen que seguir enriqueciendo, y por este motivo lo provocaron.

Pero a los que se encuentran por fuera de estos dos grupos, les pido lo mismo que Jesús les pidió a las multitudes que estaban junto a él.

Oíd y entended.

No lo que entra en la boca contamina al hombre, Jesús nos quiere hacer entender que no hay bacteria, germen, virus, microbio, hongo, ect. que pueda afectar nuestros cuerpos, si conociéramos su palabra.

La clave para no caer en los engaños del diablo, es teniendo en nuestras mentes y corazones los parámetros mentales de la palabra de Dios, para evitar que cualquier situación que impacta nuestros sentidos, nos programe de una manera equivocada y nos conduzca a hablar y actuar de maneras que abren puertas a las contaminaciones.

Jesucristo fue atacado en el desierto por el diablo de diferentes maneras, pero no lo pudo afectar, porque lo que estaba escrito, estaba controlando su mente y su corazón y le hacia de filtro, para evitar que cayera en las tentaciones.

Que nos quiere decir Jesús, que no son los virus, ni las bacterias, ni los microbios, ni los gérmenes los que provocan las enfermedades en los hombres, sino principalmente lo que escuchan y ven y por no tener este conocimiento de la palabra de Dios para rechazar lo que no está acorde a ella, aceptan todos los impactos de los sentidos en el pensamiento y se enferman por lo que creen y después lo confiesan con sus bocas.

No lo que entra en el hombre contamina al hombre, sino lo que entro y no lo analizó, para saber si es bueno o malo para su ser.
Y una ves que entro y se alojó en el corazón, lo va a estar confesando con su boca.

De la abundancia del corazón habla la boca.

El mal no es provocado por lo que entró, sino, que por no haberlo rechazado, el mal es provocado por lo que salió de la boca y lo contamino.

Jesucristo podía abrazar y besar a una persona que venia a el con lepra, sin que nada le pasara y encima se apartaba de él con la sanidad.

La escritura nos enseña que si queremos cambiar nuestras vidas, confesémos con nuestras bocas las cosas que queremos que nos sucedan.

Diga el débil fuerte soy, diga el pobre rico soy.

El hombre fracasa porque no se detiene a analizar el porque funciona de esa manera. Y como seres creados somos el fruto de una programación.

Ahora esto que nos enseña Jesús a través de su palabra, no funciona con cualquier persona, sino con los que se quieren arrepentir de sus pecados y tomar la decisión de seguirlo.

Esto es muy serio, por eso Jesús pidió que lo escucharan y entendieran.

El problema del Coronavirus no son los gérmenes que lo provocan, sino que usted este todo el día con miedo pensando que se lo puede agarrar.

Tome ahora mismo la decisión sincera de buscar a Jesús, medite en su palabra y rechace todo pensamiento de enfermedad.

Confiese que Jesús es su fortaleza y castillo y que está inmune no solo al Coronavirus, sino a cualquier otro engaño que el diablo quiera traer sobre el mundo o a su propia vida.

Jesús es mi pastor nada me faltará y nada me dañara.

Pastor Eliseo Laguna

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