17/10/2020

Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella.
Juan 12:4-6 ❤️

Bendecido día amados, Judas es un gran referente para que podamos comprender lo que puede hacer un falso miembro cuando es reprendido por ladrón.

La escritura dice: Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

Judas es el típico miembro de una congregación que a pesar que el Señor lo había elegido para estar en un lugar privilegiado en su Reino, dentro del círculo intimo, no supo aprovechar la bendición, porque amaba más al dinero que a Dios.

Cuando Jesús lo reprendió porque sabía que lo que dijo del perfume no era porque se preocupara de los pobres, sino porque era ladrón, enseguida mostró lo que había verdaderamente en su corazón, un traidor escondido.

No demoro mucho en demostrar que solo andaba con Jesús por todos los beneficios que podía conseguir con su cercanía.

Le gustaba figurar, hacerse notar ante los demás como un ser sumamente espiritual, pero era un falso cristiano que no tenía nada de la personalidad del Padre celestial.

Tristemente hay muchos cristianos como Judas, que no saben apreciar las correcciones de sus pastores cuando ellos los corrigen para que se escapen de las garras del diablo.

Aman tanto al dinero, el diablo los tiene tan atados, que son capaces de abandonar y a veces hasta de entregar a la muerte a sus líderes espirituales.

Pero no podemos olvidar las palabras de Jesús referente a estos cristianos disfrazados.

A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.

Tarde o temprano el Señor revela el corazón de los ladrones y todos ellos serán arrojados al lago de fuego eternamente.

Lo más triste de Judas es que habiendo sido elegido para estar en un lugar glorioso, junto al Hijo de Dios, terminara en ese lugar de tormento eterno, por haberse dejado engañar por el diablo y traicionar a Jesús por algo que en definitiva es pasajero.

No le robes al Señor, sino lo vas a terminar aborreciendo.

Pastor Eliseo Laguna

Comparte el artículo

Email
Facebook
Twitter
WhatsApp

Iglesia Siglo XXI - Montevideo - 2020 - © Copyright