LA MEDICINA INFALIBLE PARA VENCER EL CORONAVIRUS Y CUALQUIER OTRA ENFERMEDAD QUE TE ESTE AFECTANDO.
1 – Reconocer que Jesús es el hijo de Dios.*
Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Mateo 16:16-17
2 – Arrepentirte de los pecados que cometiste en contra de la palabra y voluntad de Dios.
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Hechos 2:38
3 – Pedir por el lavado de la sangre de Jesucristo sobre tu alma.
pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
1 Juan 1:7
4 – Sacar el demonio de tu cuerpo que te llevo a cometer el pecado que te provocó la enfermedad.
Mientras salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo, endemoniado. Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la gente se maravillaba, y decía: Nunca se ha visto cosa semejante en Israel.
Mateo 9:32-33
5 – Convertirte, esto significa que debes meditar en la palabra de Dios, para que te programe y adquieras una nueva personalidad, que te va a permitir tener una vida totalmente diferente.
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,
Hechos 3:19
REQUISITOS PARA QUE NO TENGAS RECAÍDAS Y PUEDAS MANTENER TU SANIDAD.
1 – Enamorarte de tu creador.
Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Marcos 12:30
2 – Dejar el egoismo y preocuparte por la felicidad de los demás.
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Mateo 22:39
MI TESTIMONIO
Un día los demonios me atacaron la tiroides y me provocaron bocio.
Mi cuerpo temblama constantemente y también sudaba muchísimo y estaba muy nervioso.
Fui al médico y me dijo que durante seis años debía tomar seis pastillas diarias para sanarme.
En ese transcurso conocí al Apóstol Lee Cho Suck y viaje a Corea a conocer más de su ministerio.
Tuve en esa oportunidad la posibilidad de hablar con él quince minutos y me dio como receta para sanarme los mismos pasos que te describí anteriormente.
Regrese de Corea e inmediatamente los puse en práctica.
Al segundo mes, fui a hacerme los chequeos habituales que me había marcado el doctor y mis valores estaban totalmente normalizados.
Recuerdo al médico preguntarme sorprendido: ¿que fue lo que paso? y mi respuesta fue que conocí a Jesucristo.
Desde entonces, y esto fue hace más de dieciocho años, no he tomado medicamentos de ningún tipo. Cuando tengo un malestar, me arrodillo, le pregunto al Señor Jesús ¿en que estoy pecando?, me arrepiento y el me sana.
Si lo pones en práctica, me lo agradecerás eternamente.
Dios te bendiga !!!
Pastor Eliseo Laguna