CUIDADO CON LOS NICOLAITAS
Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.
Apocalipsis 2:15 ❤️
Bendecido día amados, los cargos ministeriales son una gran bendición cuando se ejecutan fundamentados en la palabra y en la obediencia a las autoridades establecidas por el Señor, pero, cuando no se someten a las directivas divinas, pueden ser una gran maldición.
Nicolás tuvo la bienaventuranza de haber sido llamado para ser diacono, pero no tuvo el discernimiento espiritual para entender el significado del cargo que se le otorgó.
Es evidente, que los ojos de todos los creyentes, deben estar enfocados en Jesús, él es el autor y consumidor de la fe, él es quien da la palabra para llevar adelante el ministerio y él que hace que el objetivo se cumpla, pero también, tiene a su autoridad espiritual escogida en la tierra, como referente para el rebaño.
Los Nicolaitas, cometen el gravisimo error de querer tomar ese lugar y por lo tanto, introducen en el ministerio doctrinas erróneas, para que los fieles pierdan el objetivo y se conviertan en sus seguidores.
Nicolás fue engañado, Satanas le hiso que se crea algo que no era, y por lo tanto, se desvio del verdadero camino, así como lo hiso Luciel en el inicio de la rebelión.
Y luego de caer en el engaño, comenzó a hacer sus propios seguidores, y muchos miembros fueron cautivados por sus palabras y terminaron siendo aborrecidos por el Señor.
Todo lider debe chequearse constantemente y verificar si los comportamientos que esta teniendo se ajustan a las enseñanzas bíblicas y si las personas que tiene a su cargo, no perdieron el objetivo de mirar a Jesús y al pastor de la congregación como el referente principal.
Toda actividad eclesiastica debe ser autorizada y supervisada por los pastores de la congregación, todo lo que se realiza fuera de ese plan establecido, puede provocar el surgimiento de un nuevo nicolaita y quienes lo sigan, se perderán juntamente con él.
A los líderes que se someten, es a los que Jesús les da mayor libertad para que se expresen.
Como el apóstol Pablo lo hacia con su hijo Timoteo.
Pastor Eliseo Laguna