18/2/2021

¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
Isaías 5:20 ❤️

Bendecido dìa amados, la diferencia entre vivir en la carne o en el espìritu, es tan opuesta, como el dia y la noche, el cielo o el infierno.

Pensando en este versìculo, recordé los dìas cuando Dios estaba tratando conmigo para convertirme, y trasladarme de las tinieblas a la luz.

En ese momento, yo estaba viviendo en Perù, y Jesùs estaba utilizando para ese gran cambio, al contador cristiano de la empresa donde trabajaba en ese paìs.

Al comienzo de este maravilloso camino al cielo, mi ignorancia me llegɔ a hacerme pensar como un hombre necio y como dice este versìculo, a lo malo lo llame bueno y a lo bueno lo llame malo.

Fue impresionante el amor que Dios me estaba manifestando a travɛs de Hugo, el contador, para salvarme, sin embargo, en ese tiempo, se habia vuelto en mi vida mi peor pesadilla.

Todos los dias me llamaba para preguntarme como estaba y consultarme acerca de si al despertar había tenido mi intimidad con Dios.

Aparte era increìble, cada ves que me disponìa a salir para encontrarme con una chica o ir a ver a alguno de mis amigos, era abrir la puerta de mi casa y el estaba ahì parado.

Inmediatamente Hugo me volvìa a meter adentro, me sentaba y comenzaba con sus sermones anti mujeres, anti placeres, anti todoooo lo que màs me gustaba hacer.

Era algo que me sofocaba, pero por cortecìa lo miraba con calma, aunque por dentro queria tirarme sobre su cuello y decirle que desaparezca de mi vida.

Fueron meses de una persecusiɔn magistral, realmente fue sorprende el trabajo de amor que Jesùs hiso por mi a través de Hugo.

En mi gran ignorancia, a eso extraordinariamente bueno que me estaba pasando en la vida, el diablo me lo hacìa ver como lo mas terrible y malo que me podia suceder.

Después de llevar veinte años sirviendo a Jesús, el hombre màs maravilloso que pude haber conocido, Hugo se convirtio para mi, en un héroe.

No hay fuera de mis pastores, alguien tan expectacular como Hugo, que serìa hoy de mi vida si ese titàn de Jesucristo, no hibiese perseverado como lo hiso conmigo.

Eso malo que yo estaba viendo hace veinte años atràs, despues de dejar de tener pensamientos carnales y volverme en un hombre espiritual, entiendo que fue buenìsimo y si eso no hubiese ocurrido hoy estarìa perdido.

Lo que pense que era malo resulto ser demasiado bueno.

Reconozco que también otros amigos peruanos colaboraron con esa gran hazaña, pero Hugo, tiene un lugar destacado en mi corazón.

Pastor Eliseo Laguna

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