LLENAR EL CIELO DE ALMAS
Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
2 Corintios 7:1 ❤️
Bendecido día amados, definitivamente, alguien que llega a tener una promesa del creador y no se esfuerza por santificarse, entonces no entendió quien fue que le hablo.
Hay dos tipos de contaminaciones que son los impedimentos para vivir la Gloria de Dios, las carnales, como pueden ser la fornicacion, el adulterio, la avaricia, la droga, el robo, etc. Así es, aunque cueste creerlo, hay líderes que dicen servir a Dios, pero viven de esa manera.
Y las espirituales, como puede ser la meditación y la oración inscontantes. La irregularidad en participar en los servicios, en el evangelismo, la falta de respeto a los pastores, etc.
Ayer tuvimos nombramientos de líderes, y que el Señor le brinde a alguien el privilegio de servirlo en cualquiera de los cargos de la iglesia, eso también es una gran promesa, porque el Señor cuando llama, es porque tiene un gran propósito para cumplir con esa persona.
Pero, juntamente con el llamado de Jesús, viene la responsabilidad de seguir el camino a la perfección espiritual y terrenal, para poder lograr el objetivo.
He visto, y sigo viendo, líderes que a pesar de los años en el ministerio, tienen el espíritu contaminado y algunos otros, todavía no se han limpiado de las inmundicias de la carne y a veces trabajar con ellos, es un sufrimiento.
El apóstol Pablo dice: Así que amados, puesto que tenemos tales promesas, debemos esforzarnos por continuar buscando la perfección de Jesucristo, santficándonos y ser instrumentos útiles en el propósito del Padre, que es llenar el cielo de almas.
Sea una promesa, o sea un cargo de liderazgo en la congregacion, se debe cuidar con temor y temblor, porque toda promesa o cargo que viene de parte de Dios, si lo obedecemos, llega a su buen destino.
Pastor Eliseo Laguna