19/9/2020

Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.
Mateo 25:11-13 ❤️

Bendecido día amados, esta palabra es impresionante, por el alerta que nos da, de lo que un día va a suceder.

Que momento tan extraordinario va a ser para aquellos que aman a Dios y entraron a tiempo y que momento tan crítico para los que pensaban que lo amaban, pero con sus hechos lo ignoraban y se quedaron afuera.

Cuando el Señor regrese y cierre la puerta, las vírgenes imprudentes van a llorar lágrimas de sangre, pero de todas maneras ya va a ser demasiado tarde.

Por más que griten desesperadas, ábrenos, después que el Señor cierre la puerta, no se volverá a abrir para nadie.

Es más, les responderá desde adentro, no os conozco.

La imprudencia de no haberse preparado, de no tomar las advertencias de Dios con seriedad, es lo que va a permitir que muchos que decían seguirlo terminen en el infierno.

Hoy mismo, los pastores podemos darnos cuenta que ese día va a ser trágico para muchos que dicen seguir a Jesús.

Cada vez que se toma una decisión radical en los horarios, cerrando la puerta en un momento determinado, para tratar de enseñar a los miembros de que tengan respeto por el Señor, y esto no les vaya a acontecer en el día de su regreso, son muchos lo que no cumplen y se quedan afuera pidiendo que les abran.

Lo peor de todo y extremadamente grave, es que algunos de los que se quedan afuera, en ves de pedir perdón y misericordia, todavía se hacen los ofendidos y se enojan con los pastores o con sus líderes.

Si realmente amaran a Dios y desearan entrar en su reino eterno, si tienen que pasar por una situación tan delicada espiritualmente como esta, deberían agradecer que el Señor está utilizando a sus líderes para sacarlos del engaño de Satanás.

Estas vírgenes imprudentes, perezosas, que no se prepararon correctamente, gritaban desesperadas, ábrenos, pero el Señor desde adentro les respondió: No os conozco.

También les dijo: Velad pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

Y que mejor forma de saber, antes de que el Señor venga, si estas o no velando, como cuando los pastores cierran en determinado horario la puerta a la llegada de la reunión o de la oración.

Cuando a sucedido eso,
¿Has entrado o te has quedado afuera?

¿Te has puesto rebelde y enojado con tus líderes, o te arrepentistes y les diste gracias por la enseñanza?

Pastor Eliseo Laguna

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