2/11/2020

Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.
Mateo 8:21-22 ❤️

Bendecido día amados, el fin de las escrituras es enseñarnos que existen dos reinos, el de Dios y el de Satanás, uno es un reino de luz y el otro de tinieblas, y el Padre tuvo que mandar a su hijo Jesucristo para ayudarnos a identificar las diferencias entre uno y el otro.

Quienes conocen la verdad, los que se preocuparon por conocer el reino de Dios, saben el terrible destino que les espera a las personas que rechazaron conocer a Jesucristo.

El fue enviado para darnos la oportunidad de que una ves más los humanos nos conectemos con el creador, y para que eso ocurra, tenemos que arrepentirnos de haber transgredido sus leyes, estatutos y decretos, para que resucite nuevamente nuestro espíritu y hacernos uno con Dios.

Quienes no pasan por este proceso, significa que rechazaron la buena voluntad del Señor para salvarlos y por lo tanto permanecen espiritualmente muertos.

Esto implica que cuando les llegue el día de separase el espíritu del cuerpo, estén malditos y se conviertan en demonios.

Y los demonios, junto con el diablo y los ángeles caídos son los enemigos del reino del creador.

Cuando una persona muere en esa condición de rebeldía a su palabra, el Señor lo ignora por completo y nosotros si nos consideramos sus hijos, si alguien cercano fallece en ese estado de oposición contra Jesús, debemos hacer lo mismo, aunque la gente se enoje y nos trate aún de locos.

Nosotros vivimos de las revelaciones del reino de Dios y ellos ignoran sus verdades, por lo tanto, tristemente si no cambian, por la falta del conocimiento de la Biblia, les espera el mismo destino que al muerto.

Aquí vemos a un discípulo de Jesús, al cual se le había muerto el padre terrenal, y cuando quiso ir a enterrarlo, el Señor se lo prohibió, y le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.

Deja que los que aún viven, pero que no se han arrepentido y continúan con su espíritu muerto, entierren a los que murieron en la misma condición y les espera un tormento eterno.

Lamentablemente la raza humana a entrado en un degeneramiento espiritual tan grande, que no tiene la mínima idea de quién es Dios y cuales son las particularidades de su reino.

A un verdadero creyente, nunca lo va a ver visitando a un muero en el cementerio, porque sabe que si la persona se salvo, ya está en el paraíso esperando el galardón del Señor, y si fue rebelde y se perdió, ahora se convirtió en un demonio y esta serviendo a Satanás.

Como dice nuestro Señor Jesucristo: y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Pastor Eliseo Laguna

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