Todo el que procure salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salvará. Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro será dejado.
Lucas 17:33-34 ❤️
Bendecido día amados, el día del regreso de Jesucristo, está cada vez más cerca y está pasando lo mismo que en los días de Noe y en los días de Lot, la mayoría de las personas están ignorando el aviso y los que actuaron en esas épocas de esa manera, todos fueron destruídos.
Las personas están desesperadas corriendo detrás de lo que van a comer, beber o vestirse, creyendo que de esa manera van a salvar sus vidas, sin entender, que están engañadas por el diablo y van camino a la perdición eterna de su espíritu y su alma.
Y uno de los principales motivos de la perdición, es el engaño de la familia terrenal, no se dan cuenta que le deberían dar toda la importancia a chequear de que manera se está comportando delante de Dios, cada integrante del hogar.
Pero, al meditar en este versículo, podemos apreciar, que algunos que saben que la salvación es personal, van a continuar velando y orando hasta el final y no se van a dejar arrastrar por su conyugue u otro integrante de la familia al tormento eterno.
Dos estarán durmiendo en una cama, pero si uno le fue fiel a Jesús, partirá con Él al cielo.
Como en un abrir y cerrar de ojos, Jesús enviará a sus angeles a recoger a sus fieles seguidores y de pronto, algunos matrimonios que están durmiendo juntos, uno va a desaparecer de la cama, para aparecer de golpe en el cielo, con un cuerpo glorificado y al otro le va a esperar el juicio de Dios.
Quien medita en está palabra, se puede dar cuenta que el matrimonio de la tierra es un engaño y el verdadero matrimonio que tiene validez eterna, es el de las almas de los creyentes con el espíritu del creador, es por ese motivo, que al llegar al cielo, a los que siguieron al Señor les espera las bodas del cordero.
¿Pueden salvarse los dos? Claro que sí, pero la salvación es personal y si tu conyugue no esta en una buena relación con Jesús, debes velar y orar para no quedarte también en la cama.
Por algo el Apóstol Pablo recomienda quedarse solo.
Pastor Eliseo Laguna