UNA VERDADERA FORTUNA
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Mateo 6:24 ❤️
Bendecido día amados, este versículo es impactante, porque el creador del universo, se llega a poner a la altura de las riquezas, para que los seres humanos entiendan, aunque sea un poquito, el valor que él tiene verdaderamente.
Los hombres afanados por los placeres de este mundo, y la necesidad de tener riquezas para que los puedan experimentar, arriesgan sus vidas para robar un banco, hay madres que son capaces de mandar a sus hijas a prostituirse, hijos que matan o mandan a matar a sus padres para quedarse con la herencia, otros ponen drogas dentro de sus cuerpos para trasladarlas a otro país, y esas son solo algunas de las locuras que cometen los hombres por adquirir riquezas.
Los que viven bajo el gobierno de las tinieblas, son capaces de llegar a tener comportamientos inhumanos para lograr tener bienes materiales y sin embargo, a veces, los creyente no hacen ni el mínimo esfuerzo para cumplir con los mandatos bíblicos y conquistar el corazón de Dios.
Pero la escritura también nos enseña, que si uno lograr volverse el dueño del mundo entero y no recibió al Señor como su salvados, en su día de muerte, no puede negociar su alma.
Jesús dijo: Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
Esto, es para esclarecer, que es ridículo comparar la majestuosidad de Dios con las riquezas, la comparación es solamente para que los hombres entiendan las locuras que hacen por obtener bienes.
Pero todo lo relacionado con la eternidad, la manifestación de la presencia y gloria de Dios, y también, el espíritu y alma de cualquier ser humano, son innegociables, aún para un hombre que halla logrado convertirse en el dueño del mundo entero, no puede acceder a tener nada de ello.
Sin embargo, aunque la Biblia deja muy claro la locura de hacer una semejanza entre Dios y las riquezas, muchos seguidores de Jesús lo traicionan por una casa, un auto, un viaje, una cuenta en el banco, una mujer, un hombre, una profesión, un deporte, etc.
Los que por el afán de este mundo, se dejan engañar por el diablo, no entienden que cometer cualquiera de esos terribles errores, es un atajo para tengan que pasar la eternidad sufriendo en el fuego.
Empieza el año esforzándote para lograr una verdadera riqueza, decídete a meditar en la palabra, a orar cada día, a no robarle a Dios, a evangelizar y a alabarlo durante el día, y acumularas una fortuna para tu eternidad.
Pastor Eliseo Laguna