no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
2 Corintios 4:18 ❤
Bendecida tarde amados, ¿que vieron hoy cuando se pararon delante del espejo?
Un cuerpo que precisa mantenerse limpio, que necesita vestirlo, peinarlo y alimentarlo.
Pensaste, …… tengo que comprarle una cama nueva para que descanse mejor, un auto más moderno para trasladarlo, necesito llevarlo a hacer gimnasia, o se merece unas lindas vacaciones.
Si eso fue lo que te transmitió tu mirada delante del espejo, entonces estuviste enfocado en las cosas que se ven, en las temporales, las que van a volver al polvo de la tierra, de donde salieron.
Pero, si aún delante del espejo pensaste, ……¿que tan luminoso estará hoy mi espíritu detrás de este vestido de carne? Hoy voy a comunicarme con el Señor y le voy a pedir que me de una buena porción de su palabra para fortalecerlo.
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Si es así, entonces tu mirada estuvo en las cosas que no se ven, en las eternas, que procedieron del aliento que Dios sopló en el Edén.
Si analizáramos sinceramente nuestras vidas, los pensamientos, las palabras y los comportamientos que tenemos a diario, podríamos fácilmente identificar nosotros mismos, en que reino estamos viviendo.
Pero tenemos que tener muy claro que solo los enfocados en las cosas que no se ven, son los que van a entrar al cielo, el resto tiene que ir todos al infierno.
No dejes que tu corazón se mueva por lo que se ve, eso no provoca la verdadera felicidad, preocúpate por lo que no se ve y me lo agradecerás eternamente.
Pastor Eliseo Laguna