21/9/2020

Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
Mateo 5:23-24 ❤️

Bendecido día amados, el diablo tiene dos grandes herramientas para distanciar a los hombres de Dios, una es el dinero y la otra son las disputas.

En Malaquías vemos que el Señor dice que todo su pueblo se había apartado de él, porque le habían robado en los diezmos y en las ofrendas, y les exhorta a que comiencen a obrar correctamente, poniendo cada uno lo que le corresponde, para que el también se pueda volver nuevamente a ellos y derramar bendición hasta que sobre abunde.

También vemos en las escrituras que un día los discípulos después de haber disputado con los fariseos y los escribas, no pudieron echar fuera el demonio del hijo de un hombre que era lunático y estaba desesperado porque estos espíritus lo arrojaban al fuego y al agua y lo atormentaban.
Por causa de las disputas los discípulos perdieron la presencia del Señor para que actúe a través de ellos.

Entonces vemos que estos dos males son sumamente destructivos en la relación con Jesucristo.

Y así como el Señor no recibe las ofrendas si hay una mala relación con un hermano, de la misma manera, va a ser muy difícil o imposible tener una buena relación con el prójimo, si se le está robando en los diezmos y en las ofrendas.

Cuando los seres humanos no tienen al Señor de su lado, es imposible vivir con paz, amor y felicidad duradera, siempre los demonios van a tener puertas abiertas para entrar y así robar, matar y destruir.

La maldición económica provoca que los matrimonios se deterioren, así como también las relaciones con los hijos.
Empiezan las preocupaciones, el nerviosismo, la desesperación y las enfermedades.

Las disputas traen odio, celo, envidia, ira, principales causas de múltiples aflicciones, y muchos por estos motivos terminan presos o muertos.

Debemos mantener siempre viva la armonía con Jesús y eso lo vamos a lograr, si evitamos las disputas y no le robamos a Dios.

De esa manera vamos a lograr que el Señor este siempre con nosotros y vamos a sobrellevar cualquier mal entendido con el prójimo y entonces vamos a mantener en el corazón la paz, el amor y la felicidad verdadera.

Hoy tienes que ponerte a cuenta con el Señor, arréglate con tu hermano y devuelve todo lo que le has robado a Dios y continúa tu camino al cielo, el Padre celestial te está esperando.

Pastor Eliseo Laguna

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