HOY ES EL DÍA INDICADO
Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
2 Corintios 7:1 ❤️
Bendecido día amados, el apóstol Pablo, sabiendo de las promesas que les esperan a los creyentes en el cielo y después de haberlas trasmitido, les hace un llamado a la santificación para que las puedan obtener.
Y les pide una limpieza total de carne y espíritu, pecados que obstruyen toda relación con el creador y hacen que las almas se terminen perdiendo.
Dentro de los pecados de la carne, en el grupo de las más desafiantes a las leyes del creador, están las actividades sexuales que se tienen fuera de la permitida por Dios, luego de contaer matrimonio.
Muchos creyentes ignoran o no saben, de la transferencia de demonios que acontece durante esos actos sexuales ilegales, como los espíritus inmundos se pasan de un cuerpo al otro.
Por eso, la escritura dice:¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne.
Cuando alguien se une sexualmente con otra persona, automáticamente se hacen una sola carne, y es la oportunidad de Satanas, de hacer una trasferencia de demonios y poner en riesgo la salvación de aquellos que cometen estas desobediencias.
Es prácticamente un acto suicida, tener relaciones con rameras, ellas mismas, no saben lo poseida que están por los espíritus inmundos, por la contaminación de tener relaciones con diferentes hombres malditos.
Y están también las contaminaciones de espíritu, que dentro de las más graves, se encuentran las de recurrir a brujos, hechiceros y macumberos, estás son fatales para la relación con Dios.
A través de comidas y bebidas que estos invocadores de demonios les dan a sus buscadores para ingerir, y aparte, de los animales que les llevan para sacrificar y ofrendar a idolos falsos, indirectamente le están brindando sus almas a Satanas.
De esta manera, sus espíritus quedan contaminados, por lo tanto, el apóstol Pablo, les pide que tomen la decisión de limpiarse por completo, perfeccionando la santidad.
Para una limpieza verdadera, se necesita de un arrepentimiento sincero, llorar amargamente como lo hiso Pedro cuando negó al Señor Jesús y también lavarse con la sangre que derramo en la cruz.
Y después, meditar en la palabra, para encontrar un versículo que se guarde en el corazón, y no le permita cometer el mismo error.
Esa es la manera de santificarse en el temor de Dios.
Hoy es el día indicado, para que tomes la decisión definitiva y librarte de toda contaminación de carne y espíritu, y poner el enfoque en las promesas que te esperan en el cielo.
Pastor Eliseo Laguna