Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed.
Lucas 12:4-5 ❤
Bendecido día amados, que seguridad tan maravillosa nos brinda el conocer a Jesús y obedecer su palabra.
El nacimiento tiene orden. Primero nace el abuelo, luego el padre y después el hijo o nieto.
Pero la muerte no respeta el orden, se puede morir primero el nieto, después el abuelo y por último el padre.
Por lo tanto es imprecindible poner ante cualquier relación o situación nuestra comunión con el Señor Jesús.
No sabemos en que momento nos puede llegar el día que nuestra alma y espíritu se van a despegar del cuerpo, pero tenemos que asegurarnos de haber vivido de la forma indicada para ir al cielo.
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El diablo puede provocar la muerte del cuerpo, pero si estamos aferrados a Dios no puede tocar nuestra alma y espíritu.
Pero si obedecen al diablo y continúan pecando sin tener temor de Dios, a las almas y los espíritus, el Señor Jesús después de la muerte los va a lanzar al infierno.
Respetemos al creador y no temamos el día de muerte, nos espera una vida majestuosa en el reino de nuestro Padre celestial.
Tenemos que evangelizar, no sabemos cuando será el día de partida de las personas que Dios nos permitió el encuentro para hablarles de Jesucristo.
Pastor Eliseo Laguna