Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
Mateo 5:21-22 ❤
Bendecido día amados, algunas personas tienen el concepto que matar es solamente quitarle la vida a otro ser humano para que deje de existir fisicamente.
Pero Jesús en estos versiculos nos está hablando acerca de otros asesinatos que pueden ser peores que los primeros.
Porque estos, los matan espiritualmente, y los finados tienen que continuar cargando con los cuerpos en movimiento.
Hay balas o puñaladas que dan las lenguas que son mortales. ¿Cuántos malos padres han asesinado a sus hijos siendo niños pequeños?
Los comienzan a acribillar con sus lenguas, les dicen: Inutil, para que naciste, te tendría que haber abortado, no servís para nada, etc.
También hay muchísimos asesinatos entre matrimonios, el hombre le dice a la mujer: Sucia, estúpida, inservible, ramera, etc.
Y las mujeres a los hombres: miserable, impotente, bueno para nada, etc.
Y algunos también cargan otros tipos de artillerías pesadas en sus lenguas que gracias a la santidad que Jesús me está dando no me permite ni imaginar.
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El enojo con el hermano es el detonante, la falta de consideración, la falta de misericordia enciende el fuego que puede terminar en una artillería lenguística pesada matando internamente toda esperanza, amor y fe en el otro.
Esto es para cualquiera, no hay acepción de personas. Por eso hay que evitar el enojo antes de comenzar a decir cosas que pueden hacer que una persona se haga meritoria del infierno.
Incalculables jóvenes vivos en la carne pero muertos en el espíritu por padres que los asesinaron de pequeños declarandoles maldiciones.
Hombres frustados mentalmente por aradutas provocadas por las palabras destructivas que les declararon sus esposas y de la misma manera ocurre con muchísimas mujeres.
Tome la decisión de cambiar y haga de su arma venenosa, una fuente de agua de vida.
En definitiva lo que estás sembrando en los otros, tarde o temprano tu lo vas a tener que cosechar.
Pastor Eliseo Laguna