Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;
Juan 5:39 ❤️
Bendecido día amados, en estos últimos días escuche el testimonio de varios miembros que se congregan con nosotros desde hace muchos años, muy arrepentidos, porque a raíz de que ahora se están enfocando las predicas en la importancia de meditar en la palabra, ellos se dieron cuenta y reconocieron que nunca lo habían hecho.
Estuvieron sentados en el templo por años y trabajando en muchas actividades de la congregación, sin tener ningún conocimiento de quien es Jesús.
Se consideraban parte de aquellos que están preparados para heredar la vida eterna y nunca habían recibido las enseñanzas y correcciones de sus pastores como si fueran de Dios.
Se reconocieron como rebeldes, que no obedecían lo que se les decía, que las palabras les entraban por un oído y les salían por el otro.
Hoy reconocen que durante todo ese tiempo, que para algunos supera los quince años de congregarse, sus vidas fue un sufrimiento constante, y se dieron cuenta, que en ves de haberse comportado como hijos de Dios, fueron aliados del diablo.
Y aunque es doloroso para un líder espiritual escuchar eso de sus miembros, reconozco el valor que tuvieron para escaparse de la hipocresía y el autoengaño que los llevaba al infierno.
Como pastor, creo en un Dios de misericordia que los puede restablecer y también en el poder que tiene la sangre de su hijo Jesucristo para que les borre los pecados.
Y aparte, entiendo que si el Espíritu Santo no hubiese actuado en sus vidas para que los convenza de sus errores, es muy difícil reconocer que estuvieron tantos años equivocados.
Y creo que hay muchos más dentro de los miembros de Paraguay y Uruguay que tienen años que se congregan y se encuentran en la misma condición, pero a veces la soberbia, es una caparazón muy dura para romper, para que luego fluya el valor del arrepentimiento.
Jesucristo les trata de alertar a aquellos que lo siguen y que se consideran salvos, que escudriñen las escrituras, que mediten en su palabra, porque todo lo que enseñan, es que el evangelio se trata de adquirir la personalidad de Dios y quienes no pasan tiempo en su presencia para que eso les ocurra, estan transitando el camino de la perdición.
La ley es la personalidad del creador, y cada palabra dada por el Espíritu Santo que penetra en el corazón, nos afirma y estabiliza en la eternidad.
Pastor Eliseo Laguna