Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
3 Juan 1:2 ❤️
Bendecido día amados, muchas veces los creyentes separan el Espíritu y al alma, del cuerpo, y lo terminan ignorando, no le dan la importancia que también se merece.
Sin embargo hay pasajes en las escrituras que nos mandan a prestarle muchísima atención, justamente porque el Espíritu Santo mientras estamos en la tierra lo necesita en buen estado para llevar su obra adelante.
Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Este es uno de esos tantos versículos que exhortan a prestarle también muchísima atención al cuerpo, para entender que tan importante es su función, para que Jesús cumpla su objetivo con cada ser humano.
Requiere que el espíritu, el alma y el cuerpo, los tres, sean irreprensibles para esperar el regreso del Señor a la tierra.
Y el apóstol Juan, cariñosamente habla con su discípulo acerca de lo contento que está, porque está transitando correctamente el camino de la verdad y por esa causa su alma está prosperando.
Pero, el deseo de su corazón, es que también se preocupe por su salud, que verifique como se encuentra físicamente, para que sea prosperado en todas las cosas.
¿De que sirve que el Señor haya preparado durante muchos años a alguien para usarlo con un gran propósito en su obra y después no pueda hacerlo porque fue descuidado con su salud?
Amados así como es tan importante que andemos en la verdad para la prosperidad del alma, así también es de suma importancia cuidar el cuerpo, para que Jesús esté plenamente feliz dentro de cada creyente.
Pastor Eliseo Laguna