Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios.
Mateo 12:24 ❤
Bendecido día amados, este es un pasaje extraordinario y lleno de bendición, para los que verdaderamente quieren hacer bien la obra de Dios.
Jesucristo había hecho una gran obra de parte de su Padre, que la mayoría de los que la vieron se maravillaron, le había devuelto la vista a un ciego, después de haberle echado el demonio que tenía en su cuerpo.
Preste atención, porque las autoridades más altas de la iglesia, fariseos y escribas, lo trataron de Beelzebú, príncipe de los demonios.
Quiero llegar con este mensaje a que entienda dos cosas sumamente importantes.
Primero, que una señal de que el Señor te utilizó para hacer una gran obra, es que puede ser que miembros que tienen altos cargos en la iglesia, te digan que sos Beelzebú y que la obra que estás haciendo es del diablo.
Segundo, que el diablo tiene tanto poder de engaño sobre los líderes soberbios y que creen que están mucho más elevados que todos los demás, que no pueden darse cuenta que ellos mismos son los instrumentos que está utilizando el diablo para lastimar la obra del Padre celestial.
Lo extremadamente grave de está situación, para los líderes engañados por la astucia de la serpiente, es que después de que Jesús pasa por está situación de ofensa, da la enseñanza de que la blasfemia contra el Espíritu Santo no tiene perdón ni en este siglo, ni en el venidero.
No puede haber líder más ignorante dentro del reino de Dios, que el que no puede discernir entre la obra del Señor y la obra del diablo.
Esos son a los que Jesús los llama lobos disfrazados de ovejas.
Cuida tu boca, uno de mis versículos favoritos es:
En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente.
Pastor Eliseo Laguna