Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
Mateo 9:37-38 ❤️
Bendecida tarde amados, es increible la locura que provoca la incredulidad, el mejor trabajo del mundo, con la mejor paga, rogando para que aparezcan obreros que quieran aceptar el ofrecimiento.
Es realmente una locura y encima hay miembros de las congregaciones que tienen años sentados en los bancos, buscando trabajos para ganar algunos dolares, papeles perecederos.
Aparte, de todos los parásitos con cargos que se alistaron en el reino de Dios, solamente para lastimar la obra y ser piedra de tropiezos, higueras que son pura hoja, dignas de la maldición del Señor.
Diaconos y diaconisas de años, que no han dado ni un solo fruto, que no entran ellos y no dejan entrar a los que quieren entrar.
Pero volviendo al principio, el Señor mira como el negocio de su Padre pierde almas, que valen más de lo que vale el mundo entero, yéndose al infierno, por falta de obreros a los cuales se les ofrece como pago coronas con diademas, casas de piedras preciosas y encima, vivir por la eternidad en la presencia de Dios.
Rogad, dice el Señor, que hayan algunos capaces de entender que están viviendo engañados, afanados por lo que van a comer y van a beber, para que todo lo que acumularon en el estomago, el día que mueran, se los coman los gusanos en el nicho.
Que gran locura, con el sueldo que se paga en esa empresa, deberian ser más los obreros que trabajan, que la mies que se tiene que recoger.
La incredulidad es sumamente destructiva.
Pastor Eliseo Laguna