y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.
Lucas 22:46 ❤️
Bendecido día amados, el que no tiene un sueño de Dios, tiene sueño.
Mi apóstol siempre me enseño que el que tiene un sueño, el que tiene el objetivo bien claro, el sueño huye de él.
Ahí vemos a Pedro, durmiendo, mientras Jesucristo estaba agonizando, desesperado por cumplir la voluntad de su Padre, sabiendo el sufrimiento que le esperaba, por causa de otro discípulo llamado Judas, que estaba en un estado espiritual peor que el de Pedro, por causa de que no oraba y eso lo llevo a entregar a su mentor a la muerte.
Es notorio, por el resultado terrible que tuvo que cosechar Pedro, por motivo de haberse dormido en la oración, era por causa de que no tenía sembrado en su corazón el sueño del Señor.
El había dicho que estaba dispuesto a morir por Jesús, pero eran solo palabras, en el momento de la aflicción y que tenía que demostrar que estaba dispuesto a hacerlo, lo traicionó y lo maldijo.
Si verdaderamente hubiese estado preparado para padecer cualquier sufrimiento por seguir a Jesús, ese sueño glorioso de morir por el Señor, no le hubiese permitido dormirse.
Descubrir a los que duerman en la oración, es una gran señal para identificar a los seguidores peligrosos.
Jesús les dijo: Orad para que no entréis en tentación, dicho de otra manera,, oren para que no los use el diablo en contra del Padre celestial.
Todo aquel que tiene sueño, es por causa de que no tiene un sueño.
Los dormilones son como los perezosos, destruyen la obra del Señor.
Pastor Eliseo Laguna