Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
Filipenses 1:21 ❤️
Bendecida tarde amados, leyendo ahora las escrituras para realizar la meditación del día, me fue imposible no pararme en este versículo tan maravilloso.
Aquellos que tienen una buena comunión con el Señor, el Espíritu Santo los convence, no solo de seguir adelante con lo que están haciendo por el reino, sino que también, les da una seguridad tan grande de lo que les espera después de la muerte, que están en la diyuntiva entre seguir viviendo para continuar sirviendo a Jesús o estar esperando anciosos el día de la muerte, para partir a la casa eterna.
Que diferencia con aquellos que desconocen las buenas nuevas del evangelio, porque nunca tomaron seriamente el escuchar las palabras de Jesucristo.
Viven vidas tristes, enfermos, desanimados, depresivos, iracundos, desesperanzados y todavía con un miedo terrible a la muerte, por que desconocen lo que les espera, y si supieran al lugar a donde van por no haber escuchado a Jesucristo, preferirían vivir en la tierra, a pesar de las torturas que tuvieran que experimentar.
Sin embargo, el apóstol Pablo no sabe que elegir, entre las posibilidades que tiene para escoger.
Para mi el vivir es Cristo, que extraordinario saber que sos un instrumento en las manos de Jesús.
Si el te utiliza, de tu boca salen palabras con poder para cambiar radicalmente las vidas de las personas que sufren, los enfermos se sanan, los endemoniados se liberan, y se pueden hacer milagros extraordinarios, es una vida fabulosa.
Pero el morir es ganancia, porque se le dan todas las retribuciones por haber servido al Hijo de Dios con amor en la tierra, se encuentra con el Padre celestial, se le entrega la morada eterna, hay ángeles al servicio de los vencedores, y aparte, todo lo que implica vivir en el tercer cielo, es indescriptible la sensación de tanto esplendor.
Que decisión tan difícil de tomar, ¿sigo glorificando a Jesucristo en la tierra, o me voy al Reino del Padre?
¿Que decisión tomarías?
Pastor Eliseo Laguna