Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados son las de los maestros de las congregaciones, dadas por un Pastor.
Eclesiastés 12:11 ❤️
Buenos días amados, solo aquellos que algún día fueron picados por una avispa o se han clavado un clavo saben del sufrimiento que eso provoca, es dolorosísimo.
La escritura compara a las palabras de los sabios y a las de los pastores de las congregaciones con esa clase de dolores, pero no se está refiriendo a que esos sufrimientos los van a sentir todas las personas, sino que lo dice en relación a los espirituales.
Las palabras de Dios son espíritu y vida, por lo tanto, cuando ellas penetran en los oídos y bajan al corazón, es imposible disimular las sensaciones que ellas provocan.
Dependiendo la situación que se este viviendo, a algunos los hace llorar, a otros reír, a otros gritar, a otros arrepentirse, a otros ofrendar, pero sin duda que aquel que escuchó a Dios y teme de él, actúa en función de lo que le dijo.
Es normal que las personas que no tienen ningún deseo de arrepentirse de sus vidas desordenadas y que tienen muerto el espíritu, que escuchen toda la escritura y no sientan absolutamente nada, que sean insensibles a las palabras del creador.
Puedes ir a un velorio y hablar todo lo que quieras con el muerto, pero te vas a dar cuenta, que por más que estés horas dirigiéndote a él, no se le va a mover ni siquiera un pelo, porque está muerto, es insensible a la vida.
Pero las personas que supuestamente son creyentes y tienen el espíritu vivo ligado con el Espíritu del Señor, si están pecando y escuchan todavía con seriedad las palabras del pastor, van a sentir el dolor del aguijón o del clavo hincado y van a tomar una rápida decisión.
Si ignoran la picadura de la avispa o la penetración del clavo y cualquiera de las dos se termina infectando, pueden perder la vida.
Si no tomas con seriedad lo que los lideres espirituales te alertan o te dicen de parte del Señor, si ya sus palabras no te provocan ninguna reacción positiva hacia el reino de Dios, entonces ten por seguro que tu espíritu se pudrió o ya se murió.
En los leprosos, las lesiones se vuelven indoloras, los síntomas de los pacientes es que dejan de tener sensibilidad y aunque sufran algún golpe no sienten ninguna molestia.
Pastor Eliseo Laguna