Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;
Lucas 24:44-45 ❤
Bendecida tarde amados, algunas personas agradecen por la salud, otras por la familia, otros por el trabajo, por que pueden viajar, por sus estudios, etc.
Pero aunque sean personas muy agradecidas, eso no les garantiza que cuando les llegue el día de la muerte, van a pasar a la eternidad junto con Dios.
Lo que nos aprueba para vivir la eternidad con Jesús, es que hayamos entendido y vivido de acuerdo a su palabra.
Un verdadero cristiano, sabe que lo que más le debe agradecer a Dios, es haberle permitido entender las escrituras.
Hay mucha gente agradecida, pero no han recibido de Dios la gracia para entender su palabra.
Un ejemplo: Por más que a veces muchos de los que reciben estos mensajes, los quisieran entender para tomar definitivamente la decisión de seguir a Dios, no lo pueden lograr, porque el entender es un don que nos da el Señor.
¿Y porque ese don nos les llega?
Porque por más que les gustaría cambiar y tener una vida cristiana, hay algo a lo que se resisten a dejar o modificar, saben que si se acercan al creador, tienen que tomar esa decisión y no quieren.
Entonces, el Señor no les abre a todos el entendimiento, sino a aquellos que lo quieren encontrar con sinceridad, y que están dispuestos a apartarse de todos los pecados.
A esos les permite entender las escrituras.
Por lo tanto, todos los que hoy conocemos la verdad, no dejamos de darle gracias a Dios, por que nos abrió el entendimiento, para que podamos traer su Reino a la tierra y cumplir su voluntad.
Otro ejemplo: A las personas que Jesús les abrió el entendimiento, saben que para entrar al cielo, se tienen que arrepentir amargamente por sus pecados y esas lágrimas, no salen de los ojos, sino del corazón.
Cuando uno conoce la verdad y entiende que estaba rechazando a un Dios tan amoroso, es el corazón el que llora arrepentido.
Gracias Padre celestial por abrirme el entendimiento para comprender las escrituras.
Pastor Eliseo Laguna