El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado.
Proverbios 29:25 ❤️
Bendecido día amados, no hay ninguna obra hecha por un hombre que haya logrado Glorificar a Dios de una manera destacada, que no este acompañada por el temor que le quiso poner el diablo.
Evidentemente, una de las armas más poderosas que tiene el enemigo para frustrar grandes logros en el reino de Dios, es el de imponer temor.
El temor, paraliza, si no es superado inmediatamente, hace que grandes emprendimientos espirituales queden anulados debido al miedo.
Absolutamente toda palabra, sueño, visión o ungimiento de parte de Dios hacia uno de sus seguidores, va a provocar la ira del diablo y va a hacer todo lo posible por acobardarlo, para que se aborte el cumolimiento.
El temor que no se controla rápidamente con la confianza plena de que Dios cumple su palabra y también sus promesas, a los que dudan los deja atados, y quedan desconectados por completo de la Gloria de Dios.
La provocación del temor por intervención del diablo, es señal de que el proyecto del Señor es grande, y Dios lo permite para que nos mantengamos conectado con él, para que la victoria sea segura.
El temor no controlado en sus inicios, es la causa principal de la pérdida total de la fe.
Muchas personas no murieron por las ocasiones que tuvieron que vivir, sino por el temor que les provoco el encontrarse en esas situaciones.
Cuando Jesús les dijo a sus discípulos que subieran a la barca para ir hacia la otra orilla y se levanto la tormenta, era el miedo que tenían a lo que estaba ocurriendo, lo que les hizo confesar que se iban a morir.
Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?
El temor que todo cristiano debería tener verdaderamente, es el de fallarle al Señor, entonces de ahí, sale la autoridad y el poder para vencer todo miedo con que el diablo nos quiera amedrentar.
La valentía, es el temor que ha hecho sus oraciones.
Pastor Eliseo Laguna