Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos,
Mateo 24:48-49 ❤
Bendecida noche amados, con mucho temor voy a compartir este mensaje, porque también tengo la responsabilidad de pastorear la iglesia del Señor.
Pero en estos versículos, vemos la gravedad de predicar mensajes sin mucha meditación.
La palabra nos anuncia que en los postreros tiempos se van a ver disputas violentas entre ministros, por causa de las malas enseñanzas apocalípticas, por no tomar como principal referencia para cada predicación el libro de Mateo capítulo 24.
En todo ese pasaje el Señor nos enseña con lujo de detalles y cronológicamente los acontecimientos finales antes de su regreso definitivo, para arrebatar a su iglesia y llevarla para que viva juntamente con su Padre Celestial.
Muchos siervos de Dios, por solamente escuchar y repetir los mensajes que otros han realizado, sin que ellos mismos meditaran en las escrituras para verificar si las enseñanzas son correctas, están predicando un arrebatamiento fuera del momento en el cual realmente va a acontecer.
Y este error escatológico, va a ocasionar que cuando el Señor no regrese en el momento que lo esperaban, se levanten contra sus consiervos que anunciaron correctamente el momento del regreso del Señor.
Ellos van a empezar a decir: Mi Señor tarda en venir, y van a comenzar a golpear a sus consiervos y aún a comer y beber con los borrachos.
Que tristeza que a pesar del error en la enseñanza que tuvieron, a todo eso se les sume la soberbia para no humillarse y reconocer que se equivocaron.
Al contrario, se van a enfurecer, y atacar a los pastores que predicaron la verdad y encima se van a mezclar con los del mundo para entregarse a una vida totalmente pecaminosa.
El Señor los llama siervos malos y les va a dar parte con los hipócritas, los va a arrojar al lloro y crujir de dientes.
Hermanos estamos viviendo los tiempos finales y así como los pastores debemos meditar con mucha atención la palabra del Señor antes de trasmitirla, también los miembros, deberían verificar con sus Biblias, que las enseñanzas que les proporcionan sus líderes espirituales, sean las correctas.
La solución para no ser confunfidos o engañados, es leer con mucha atención, que nos enseña Jesús, el Hijo de Dios, en el libro de Mateo capítulo 24.
Pastor Eliseo Laguna