CUANDO CIERRES LOS OJOS
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:2 ❤️
Bendecida noche amados, no os conformeís a este siglo, se está refiriendo al tiempo en que leemos este pasaje, diciéndonos y alertándonos de que no haya ninguna atracción temporal que nos distraiga de la íntima comunión que debemos tener con el Señor.
Sino, que a pesar de cualquier atractivo pasajero que nos ofrezca el diablo para engañarnos en la etapa de este universo que nos toca vivir, sea siempre nuestra prioridad guardar la palabra de Dios en nuestros corazones, que sea ella la que se apodere de todo nuestro entendimiento, porque siempre está vigente y aún después de que el cielo y la tierra pasen, la palabra del eterno continuará permaneciendo.
Solo después que tomemos la decisión de renovar nuestros pensamientos para estar en sintonía con el creador, podemos recibir el milagro de entender el motivo por el cual fuimos creados y entonces, le vamos a descubrir el verdadero sabor a la vida.
Es luego de esa transformación profunda, que podemos asimilar el propósito de Dios y vamos a entender que el lo creo todo para que seamos plenamente felices, y así podamos comprobar que su voluntad es agradable y perfecta.
El deseo del corazón de Jesús, es que lo reconozcamos como el Hijo de Dios y el único que nos puede revelar nuestro verdadero propósito en la vida.
Uno puede utilizar un florero de vaso para beber algún líquido, pero solo cuando se le coloque adentro una flor, ese florero se va a sentir realizado.
Pocos, durante sus vidas, logran tener una relación correcta con el Señor, como para que entiendan el porque realmente estan en este mundo y puedan ser verdaderamente felices.
Un mensaje para que termines el día cerrando los ojos y medites, si mañana cuando te levantes, quieres seguir viviendo de la misma forma que lo has hecho hasta ahora, o quieres comenzar de cero escuchando y caminando con Jesús.
Pastor Eliseo Laguna