VOLVERÁ EL REGOCIJO A TU VIDA
¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Santiago 4:4 ❤️
Bendecido día amados, estamos viviendo una etapa muy conflictiva en la iglesia, por causa de que hay muchos creyentes frustrados, por haberse desenfocado de Jesucristo y poner sus expectativas de felicidad, en las mismas cosas que las ponen los amantes del mundo.
Pero, para estos que no supieron cuidar la fe, el Señor, todavía angustiado, los reprende a través de Santiago y les llama almas adulteras, para que reflexionen, vuelvan a él y se purifiquen.
Y cualquiera, este llamado grave de atención, no es solamente para una oveja, sino, que es un riesgo que puede correr aún un apóstol, el diablo nunca deja de estar rondando como leon rugiente buscando a quien devorar.
Es por este motivo, que después los creyentes dicen: No siento a Dios, no puedo sentarme a meditar, me duermo en la oración, no tengo ganas de evangelizar, y ¿quien puede esperar que eso le suceda, sabiendo que Dios es santo y celoso y no le está siendo fiel?
Quieren seguir al Señor, sentir su presencia, que Dios los use, pero les atraen los comportamientos, deseos y sentimientos mundanos, esas cosas, no son aptas delante del creador.
En el reino del Señor, se trata de morir para vivir. El que no se muere, ese termina muerto.
Jesús viene pronto, y muchos cristianos, como las vírgenes insensatas, están durmiendo, todavía están enfocados en casarse, tener hijos, soñando con autos, haciendas, yuntas de bueyes, vacaciones, empresas, cuentas en los bancos.
Cualquier cosa le puede pasar a un hombre, pero menos, que su creador lo llegue a considerar su enemigo.
Debes quitar del corazón el adulterio espiritual y purificarlo, que Dios sepa que tus ojos nuevamente volvieron a enfocarse solamente en Jesús, y entonces volverás a esperimentar su presencia.
En todo lo que el diablo se apoderó de tu corazón, te estas perdiendo de sentir el deleite del Señor.
Recupera tu primer amor, y volverá el regocijo a tu vida.
Pastor Eliseo Laguna