Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.
Mateo 8:3 ❤️
Bendecido día amados, cada versículo de las escrituras contiene una nueva verdad eterna para sacarnos de los engaños que Satanás provoco sobre la humanidad.
Jesús sano a un leproso al instante, su carne fue restablecida por completo después que puso su mano sobre el enfermo.
¿Puede haber algo más claro que esto para certificar que Jesús era y es el Hijo de Dios?
Ejemplo: Cuando a uno se le rompe un celular Samsung, si va al servicio técnico que representa a la marca, al instante se lo pueden reparar porque tienen los repuestos originales.
Si va a otro lugar que no tiene la representación, le tienen que recibir el aparato, chequearlo y ver si pueden repararlo y en que tiempo. Eso es por causa de que no tiene los repuestos originales y tienen que improvisar una reparación.
No solo con un celular pasa eso, sino con todos los productos que no se llevan al servicio original que representa al fabricante y no están equipados con los repuestos para arreglarlo al instante.
Jesús sanaba a todos los enfermos de diferentes enfermedades al instante porque el es Dios y creador del universo. Eso es lo que garantiza su divinidad.
Pero, ¿que pasa cuando te vas a los brujos, a los médicos, o decides recibir alguna terapia alternativa?
No te pueden sanar al instante, porque no son los creadores, entonces tienen que improvisar de que manera te pueden restablecer.
Y por esa causa, las personas andan tomando brebajes, matando animales para hacer macumbas, tomando pastillas, dándose inyecciones, y otras muchas cosas, para solucionar un inconveniente del cual no conocen su raíz y entonces no tienen la forma de recuperación instantánea.
Que fácil es para Jesús sanar a alguien que padece la enfermedad del virus, pero el mundo entero, está intentando dar con algo que provoque una aparente cura, porque los hombres no tienen la condición para sanar el coronavirus al instante.
La Biblia dice: Y conocerás la verdad y la verdad te dará libertad. Pero los que no se preocupan por conocerla, continúan con sus vidas sin entender que tan engañados están por Satanás.
Pastor Eliseo Laguna