Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.
Marcos 4:20 ❤️
Bendecido día amados, estoy convencido que el arrepentimiento después de la muerte, no solo va a ser para los que perdieron su salvación, sino que también, muchos de los que entraran al cielo, sufrirán este pesar.
Es lógico y entendible, que todos los que rechazaron a Jesucristo cuando estuvieron con vida en la tierra y tenían la posibilidad de aceptarlo como el Salvador, que después de la muerte se estén arrepintiendo amargamente por toda la eternidad, al no poder escapar nunca más del sufrimiento del lago de fuego.
Pero no solo en ese lugar de tormento van a estar todos los arrepentidos, sino que también, dentro del grupo de los que entren al Reino de Dios, se van a poder ver muchísimos arrepentidos, cuando vean la majestuosidad del Señor en el cielo y se den cuenta tarde, que cuando pasaron por la tierra podían haber hecho mucho más de lo que hicieron para glorificarlo.
Lo podemos percibir en este pasaje que dice: Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.
Esto lo esta diciendo en referencia a los que van a heredar el reino de Dios, aunque las semillas esparcidas eran las mismas para todos los que se preocuparon por preparar una buena tierra y las recibieron, no todos dieron la totalidad de los frutos que podían dar.
Las semillas tenían la esencia para que todos pudieran cosechar el ciento por ciento, pero algo hizo que en algunos diera un sesenta y en otros un treinta de su totalidad.
¿Cual puede ser uno de los motivos principales?
El tiempo del brote.
La semilla es la misma, pero el tiempo de preocupación de meditar en la palabra para que empiece a germinar y de sus frutos es diferente.
Hay quienes tienen un convencimiento tan fuerte de que Jesucristo es el Hijo de Dios, que cuando el trasmite una palabra a través de sus siervos, no descansan en meditar en ella hasta asegurarse de que broto y hecho raíces.
Mientras que otros que también están convencidos de que Jesús es el Hijo de Dios, meditan de una forma más lenta, cuando la semilla brota y empieza a dar frutos, el anterior ya dio muchísimos resultados positivos en el reino de Dios.
Y cuanto mas demoran en hacer la meditación para que la palabra cobre vida en el corazón, la cantidad de frutos que puede dar la semilla disminuye.
Ahora, muchos no se dan cuenta de la tremenda bendición que implica meditar en una palabra lo antes posible, pero cuando entren al cielo y Jesús de los galardones de acuerdo a las obras que se realizaron por él en la tierra, muchos al ver esto, van a entender el error que cometieron y se van arrepentir. Podían haber dado fruto al ciento por ciento, pero algunos dieron al sesenta y otros más lentos en meditar para entender y poder obrar, dieron al treinta.
Esta bien, todos entraran al cielo, el Señor los recibe, pero la cantidad de buenas obras son diferentes y por lo tanto, las recompensas del esfuerzo también permitirá tener retribuciones destacadas.
Estoy seguro, que en el lago de fuego, todos los que rechazaron a Jesús se van a arrepentir eternamente, pero también creo, que en el cielo, muchos sufrirán el pesar del arrepentimiento, por no haber reaccionado antes a las palabras que transmitieron sus pastores.
Pastor Eliseo Laguna