GUARDAOS, GUARDAOS, GUARDAOS
Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo.
Filipenses 3:2 ❤️
Bendecido día amados, el mundo esta entrando en la recta final y una de las particularidades de este trayecto, es que en el camino, se van a encontrar con esta clase de personas, abandonadas por el Señor, pero que ni siquiera lo saben.
Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros y guardaos de los mutiladores del cuerpo, todos ellos están dentro de las congregaciones.
Algunos pueden hasta tener cargos de pastores, ancianos, diáconos o lideres, pero el Señor les permite todavía actuar de esa manera, para ver quienes por medio del conocimiento de la palabra, los identifican y con mucha sabiduría los evitan y se apartan.
Ellos, son grandes instrumentos del Señor, para purificar, justificar y santificar a sus hijos.
El cargo no garantiza la salvación, la armonía con el Espíritu Santo, es la clave para salir de este mundo victorioso.
Ahí esta el testimonio de Judas Iscariote, como el Padre lo utilizó para glorificar a Jesús, hasta último momento lo dejó al lado de su Hijo.
Dos estarán en el campo, uno será tomado y el otro dejado, dos estarán durmiendo en una misma cama y sucederá lo mismo, algunos malvados, estarán juntos hasta el final.
Hay que cuidatse de los líderes que no meditan y no oran, porque ellos son los principales candidatos para obrar como perros, como malos obreros y mutiladores del cuerpo.
Así que, deben caminar por este último tramo con muchísimo cuidado, para que ninguno de ellos los muerda, los contagien a las malas obras y mucho menos, que los terminen mutilando y sacando del cuerpo, por sus horrendos comportamientos.
Es tiempo de velar y orar, porque el embellecimiento de la novia va a demandar de muchísima dedicación espiritual.
Todo esto el Padre lo permite, para que definitivamente, se tomen las decisiones correctas, para darle el lugar que Jesucristo se merece.
Pastor Eliseo Laguna