CUIDADO CON MENOSPRECIAR A UNA CRIATURA DE DIOS
El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; Mas el hombre prudente calla.
Proverbios 11:12 ❤️
Bendecido día amados, el que entiende el primer mandamiento, de que Dios es uno, nunca menosprecia a nadie, el hecho de que todos, de alguna manera somos portadores de la presencia del creador, nos convierte en seres impredecibles.
Es sumamente importante comprender, que Satanas introdujo en el universo la maldad que el creador nunca quiso que conociéramos.
El diablo, es un ser creado como cualquiera de nosotros, solo que él, por su propia voluntad, se auto degenero internamente, provocando que toda la buena información con la cual Dios lo programó, se revirtirtiera y se convirtiera en maldad.
Esa falta grave, fue lo que permitió que ahora nosotros conozcamos la maldad, pero Dios es uno y por lo tanto, absolutamente todos estamos llenos de la presencia del creador, solo que algunos por el desconocimiento de la palabra, no saben que están programados por el mal.
Pero al tener todos adentro la presencia de Dios, de una manera u otra nos vuelve seres impredecibles, porque todos tenemos en algún momento la posibilidad de conectarnos con la parte buena del creador y revertir toda mala vivencia, y ser utilizados por Él para manifestar su gloria en la tierra.
Es por esta causa que el proverbio dice que el que menosprecia a su prójimo carece de entendimiento.
Hoy esa persona que tiene una vida de mendigo y puedes burlarte de él, si se encuentra con Jesús y decide seguirlo, mañana puede ser tu jefe, o el que necesitas para que te ayude a salir de una situación conflictiva.
Recuerdo el caso de un Señor, que siempre le daba dinero a una mujer que mendigaba, para que enviara a su hijo pequeño a estudiar.
Después de muchos años, este buen hombre empobreció y se enfermo gravemente y tuvo que ser operado.
Cuando el sanatorio le paso la cuenta de lo que tenia que pagar por ser atendido, lloraba desconsoladamente porque no tenia forma de cancelar la deuda.
Pero al otro día recibió un milagro, el medico que lo había operado, era el hijo de la señora que mendigaba, y este, en agradecimiento por haberle pagado sus estudios, le canceló la cuenta en el sanatorio.
El hombre prudente, que conoce a Dios, nunca se rie ni tampoco desprecia a nadie, prefiere callar.
Cuidado, el comportamiento que tienes con las personas, las vueltas que da la vida, solamente Dios las conoce, por eso te recomienda ser sabio y no menospreciar a tu prójimo.
Pastor Eliseo Laguna