¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!¡Cuán grande es la suma de ellos!
Salmos 139:17 ❤️
Bendecido día amados, David fue reconocido por el Señor, como un hombre que tenía un corazón conforme al suyo.
¿Te imaginas que Dios pueda decir eso de ti? ¿podrá haber algo tan sublime como eso?
¿Porque el Señor hizo este reconocimiento de David? Porque el pastor de ovejas sabía valorar lo que significaba tener la palabra de Dios en su corazón.
El otro día compartí acerca de como el amo, alabo al mayordomo malvado, por la sagacidad con la cual actuó para engañar a sus servidores.
Haciendo referencia a Luciel cuando se volvió un traidor, pero supo utilizar al máximo el potencial que el Señor había puesto dentro de él, para engañar a los siervos.
David podía percibir el proceso interno que iba teniendo a medida que la palabra del Señor iba tomando el control de su corazón.
Sus nuevos pensamientos iban cambiando sus capacidades, sus palabras, sus obras, sus costumbres y sus gestos, convirtiéndolo en un ser diferente, que impactaba a todos aquellos que lo conocían o escuchaban acerca de él.
Todos conocemos con la valentía que enfrentó a Goliat, impulsado por el pensamiento de confianza, de que Dios había estado con él cuando venció al oso y también al león.
Recuerdo cuando estaba en el palacio filisteo y al verse totalmente acorralado, sin posibilidades de sobrevivir, tuvo un pensamiento brillante, y se hizo pasar por loco, para que no le dieran importancia y lo sacaran de la presencia del rey.
También, cuando Saúl lo detestaba por celos y le preparó un engaño para matarlo, pidiéndole como dote por el casamiento con su hija, que le trajera cien prepucios de los filisteos, David con su pensamiento de siempre dar lo mejor, le trajo doscientos, asustando al Rey con su osadía.
En otra ocasión, cuando tuvo la posibilidad de terminar con la vida del mismo Rey Saúl, cuando lo perseguía para matarlo con tres mil soldados, una noche mientras dormía dentro de una cueva, pudiéndolo matar, solamente le corto un pedazo de su manto.
Enseguida tuvo el pensamiento de la locura que es tocar a un siervo ungido por Dios y se apesadumbró en su corazon.
En conclusión, el pastorcito de ovejas, que ni su padre daba nada por él, acumulando los pensamientos de Dios en su corazón, llego a ser uno de los reyes más reconocidos en la historia del mundo.
Por ese motivo, el Rey David, sabiendo lo sublime que era sumar en su corazón cada pensamiento de Dios, declara en el salmo:
¡Cuán grande es la suma de ellos!
¿Podrás tu también, algún día tener las experiencias necesarias con la palabra de Dios, para hacer la misma declaración?
Pastor Eliseo Laguna