Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Juan 1:14 ❤
Buen dia amados, el significado de que el verbo fue hecho carne, hace referencia a que Jesús reflejaba en su cuerpo la voluntad de su Padre.
El Señor Jesucristo por las expresiones de su cuerpo y su forma de hablar, permitía que sus seguidores conocieran al creador.
Pocas personas se preocupan por el lenguaje corporal, sin embargo es decisivo para que otros sepan verdaderamente quienes somos.
El 7% de nuestra personalidad la expresamos verbalmente y un 93% corporalmente.
Siempre me gusta decir que para Dios es muy fácil distinguir con que disposición y respeto llegan los miembros a la iglesia los domingos, solamente viéndoles el proceder desde que se levantan hasta que se sientan en las sillas para escuchar el mensaje.
Sin que hablen una sola palabra el Señor ya sabe con que ganas están delante de su presencia.
Si hubo que prácticamente tirarte de la cama para que te levantes, te pusiste la primera ropa que tenias a mano, no te lavaste los dientes y no te peinaste, ya el Señor sabe que para ti él es un fastidio.
Vienes a la iglesia los domingos porque alguien te insiste para que no faltes.
Sin embargo, si te pones el despertador y te levantas una hora y media antes de salir, te das un buen baño, eliges tu mejor ropa para ponerte, te cepillas los dientes, te peinas y aparte diligentemente buscas tu biblia para traerla al servicio, Dios te va a estar esperando con alegría en su corazón porque sabe que tu lo amas.
En ninguna de las dos posturas dijistes ni una sola palabra, pero tu lenguaje corporal ya lo expresó todo, de que tipo de relación e importancia le das a Dios.
Después los miembros se preguntan porque parece que el Señor Jesús tuviera preferencia por algunas personas, pero es evidente que muchas veces la diferencia la hace el comportamiento que tienen delante de él.
Es necesario que controles las palabras que salen de tu boca, pero es mucho más importante que analices el comportamiento que manifiestas con el cuerpo.
La boca muchas veces puede hablar mentiras, pero es mucho más difícil controlar el cuerpo para engañar, la mayoría de las reacciones son espontáneas e incontrolables.
Recuerdo a un pastor que decía: Vayan y prediquen y si es necesario hablen.
Empieza a comportarte bien delante de Dios y de las personas y la postura de Jesús contigo será diferente.
Pastor Eliseo Laguna