Y Jehová arrojó de delante de nosotros a todos los pueblos, y al amorreo que habitaba en la tierra; nosotros, pues, también serviremos a Jehová, porque él es nuestro Dios. Entonces Josué dijo al pueblo: No podréis servir a Jehová, porque él es Dios santo, y Dios celoso; no sufrirá vuestras rebeliones y vuestros pecados.
Josué 24:18-19 ❤
Bendecida tarde amados, se va terminando el tiempo de los cristianos embusteros, que quieren servir a Jesús, pero que también quieren disfrutar con el diablo.
Josué le estaba pidiendo al pueblo que continuaran sirviendo al Dios verdadero, que a pesar de que el ya estaba a punto de partir, ellos deberían permanecer fieles al creador.
Y la respuesta del pueblo hizo levantar la ira de Josué, porque eran unos hipócritas, querían tener la protección del Señor, pero a su vez querían adorar dioses paganos.
El pueblo le responde a Josué: También serviremos a Jehová, porque él es nuestro Dios.
Lean la respuesta tan patética que le dieron: También serviremos a Jehová.
Claro que lo vamos a servir, pero también vamos a continuar adorando a los otros dioses.
Y hoy la iglesia está llena de miembros hipócritas que quieren servir a Jesús y aparte tener sus idolatrías paralelas para enfurecer al creador.
Vienen a la iglesia a adorar a Dios, pero después salen y participan del carnaval. Se enferman y se van a los brujos a hacerse tirar el cuerito o santiguarse.
Algunos quieren saber su futuro o atar y lastimar a alguien y se hacen tirar las cartas, los buzios o matan animales y beben brebajes.
Otros tienen sus casas llenas de imagenes, la virgen Maria, San Jorge, San Cayetano. Todo el día tienen velas prendidas y la Biblia abierta en algún salmo.
Además comparten la adoración a Dios con idolatrías de cantantes, actores, deportista, etc.
Ni hablar de la cantidad de supuestos seguidores del Señor que se postran delante del dios Dinero.
Se les ofrecerle un pago un poco más grande y se van a servir el dios dinero, abandonan los servicios y las responsabilidades con el Señor.
También tenemos a los idolatras de sus conyugues, de sus hijos y parientes, que ante cualquier ofrecimiento familiar, olvidan sus responsabilidades con Jesús.
Son de los que dicen: Nosotros también serviremos a Jesús olvidándose de que el Señor es sumamente celoso y no comparte nuestro amor absolutamente con nadie ni nada.
Si quieres seguir manteniendo tu armonía con el Señor Jesús, te aconsejo abortar el también, y que se convierta en tu único Dios.
Pastor Eliseo Laguna