8/10/2020

Alegraos, oh justos, en Jehová;En los íntegros es hermosa la alabanza.
Salmos 33:1 ❤️

Bendecido día amados, nunca, una persona a la que no le gustan las correcciones, podrá cantarle a Dios una alabanza que agrade a su corazón.

Si no aceptas dentro de la enseñanza la exhortación, la reprensión, y la disciplina, entonces, nunca te transformarás en una persona íntegra.

Por este motivo el Señor llamaba a los falsos religiosos hipócritas, y la escritura dice de ellos en referencia a Dios: Con sus bocas me alaban pero sus corazones están lejos de mí.

Jesús, en el sermón del monte, enseña que son bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

Pocos tienen revelado que participar en una congregación no significa venir a buscar bendiciones, la iglesia no se trata de eso.

Los verdaderos creyentes, son los que entendieron que se deben acercar a Dios para que les de una nueva naturaleza y les cambie la personalidad, que los traslade del reino de las tinieblas, al de la luz.

Eso significa que la mutación duele y molesta.

Hay que eliminar toda influencia satánica, se debe cambiar la forma de hablar y de actuar.

También se deben eliminar gestos y costumbres para adquirir otros nuevos, y ese proceso puede ser dolorosísimo.

Eso es lo que permite que el hombre se transforme en un hijo de Dios y se vuelva como su Padre celestial.

La hipocresía, que es la falta de la armonía entre el espíritu, el alma y el cuerpo (dice una cosa pero siente otra totalmente diferente) debe convertirse en integridad, que las tres partes que forman al ser humano se fusionen en una, para que lo que dice con la boca sea el reflejo de lo que siente en el corazón.

Entonces, cuando alguien que está en ese estado armonioso alaba al Señor, Jesús se va a sentir exaltado.

En los íntegros es hermosa la alabanza, y Dios la quiere escuchar de tu boca.

Solo si aceptas está verdad y ves a través de tu pastor la guía del Padre espiritual, podrás acceder a este cambio radical, de lo contrario, seguirás yendo de templo en templo y nunca tu alabanza será escuchada por el Señor con agrado.

Pastor Eliseo Laguna

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