Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades.
1 Timoteo 5:23 ❤️
Bendecido día amados, la vida de Timoteo me hace pensar en un joven prodigio.
Pero también, cuando se analiza en profundidad y notamos que Pablo lo manda a beber un poco de vino por su estómago y frecuentes enfermedades, llena el pensamiento de intrigas ¿porque Dios no lo sano?
Todos sabemos muy bien, que Jesucristo sano en muchísimas ocasiones a todos los enfermos de diferentes padecimientos, ¿acaso Dios no podía obrar en la vida de un gran servidor como Timoteo?
Pero no podemos pasar por alto, que este jovencito al cual el Apóstol Pablo lo llamaba su hijo verdadero en la fe, llego también a tener un título apostólico.
Pero siendo aún muy joven, ya era enviado por su mentor a establecer iglesias en diferentes lugares y a elegir y nombrar nuevos líderes espirituales en las congregaciones y pensando de esta manera, se puede llegar a una conclusión de porque el Señor no permitió que fuera sanado, para controlar su soberbia y no dejar que el diablo lo haga un desgraciado.
Tenemos al mismo apóstol Pablo, que rogó tres veces al Señor para que le sacara un aguijón que tenia en su carne.
Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.
Era tan tremendo el ministerio que Pablo habia recibido del Señor que usaba a Satanás para controlar su soberbia con el aguijón en su carne.
Y como el hijo del tigre también sale rayado, el Señor permitía que Timoteo padeciera ese malestar estomacal y las frecuentes enfermedades, para controlar su soberbia.
Que gran privilegio que tu mentor te llegue a decir: Tu eres mi hijo verdadero en la fe.
El Señor tiene que obrar en la vida de algunos siervos escogidos, con aguijones, para que lleguen hasta el final con las bendiciones.
Bástate en mi gracia.
Pastor Eliseo Laguna