El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Juan 7:38 ❤️
Bendecido día amados, muchas personas, inclusive dentro de la iglesia, no saben que significa decir palabras ociosas delante de Dios, y ese desconocimiento, les quita el temor a declarar críticas, y murmuraciones hacia otros himbres.
Pero, todo aquello que se pronuncia con la boca y no tiene la influencia del Espíritu Santo, son palabras sin ningún sentido espiritual, y a eso el Señor le llama palabras ociosas.
Se puede hablar absolutamente todo el día, pero si las personas no meditan y oran para que sus palabras sean afectadas por el Espíritu Santo, no producen ningún efecto en el reino de Dios y se convierten en palabras sin sentido, que a futuro provocan el enojo del Señor.
Jesús dice: Que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
Ahora, es imposible creer en Jesús y que no se tenga el deseo de ser un instrumento útil en su reino, y para lograr eso, se necesita pasar tiempo en su presencia, meditando en sus palabras, para que ellas comiencen a dar un cambio radical en el corazón y se logre tener una nueva personalidad.
El poner en acción esta costumbre, va a ocasionar que el corazón se vuelva en un depósito de palabras fructíferas, que luego, con el respaldo de la oración, van a poder ser pronunciadas en el momento oportuno a las personas correctas y eso va a movilizar el reino de Dios.
Por este motivo, el Señor Jesús dice: El que cree en mí, de su interior correrán ríos de agua viva.
Obrando de esa manera, tu corazón se va a convertir en un pozo inagotable de agua vida y tu boca, en la fuente que la trasmite, y muchos beberán y alcanzarán la salvación de sus almas.
¿Cómo está tu corazón?
Es un pozo de aguas de vida o podridas.
Pastor Eliseo Laguna