9/7/2020

Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal.
Proverbios 24:16 ❤️

Bendecida tarde amados, Dios no trabaja con personas cobardes, a él le agradan aquellos que a pesar de que reciben golpes durísimos, no se salen del cuadrilatero, sino que permanecen adentro, escuchando la voz de su enrenador.

El Señor prueba los corazones de los hombres en el cuadrilátero, los entrena y les consigue los oponentes más violentos, para sacarlos con el título de verdaderos vencedores.

Nadie es el mejor, cuando pelea con contrincantes a los cuales solamente él les pega y los noquea.

Un verdadero campión, es aquel que venció a sus peores enemigos, aquellos que estaban en la condicion de vencerlo, pero que a pesar de eso, salio victorioso.

Es más, cuanto más le pegó su enemigo y más veces lo tiro y se levanto nuevamente, y aún permaneció en el cuadrilátero escuchando a su entrenador y termino venciendo, esa victoria es más gloriosa, porque queda demostrado que lo podía haber vencido.

Al Señor no le agradan los que no confían en el entrenamiento que él les dio y cuando reciben golpes se salen del cuadrilátero.

El se deleita en aquellos que aunque reciben muchísimos golpes y caen en la lona, no intentan salirse del lugar de combate, sino que siguen escuchando su voz y permanecen en la pelea.

El justo es el que lo escucha, y por lo tanto entiende que el entrenamiento que Dios le proporcionó, solo admite la victoria, entonces, en la batalla le continúa creyendo y obedeciendo, a pesar de cualquier golpiza que este recibiendo, porque sabe que el Señor siempre elige los mejores oponentes para sacar a verdaderos vencedores.

Es por esta causa, que Dios aunque sus discípulos puede caer en la lona, les sigue dando las directivas para que vuelvan a levantarse.

Lo que Jesús no admite, es que uno de sus entrenados tenga temor y se salga del cuadrilátero.

Siempre recuerdo la película Rocky 5, cuando Balboa pelea con su discípulo en la calle y este lo golpeo duramente y lo tiro en el piso.

En ese momento trágico, recuerda las palabras de su entrenador y a pesar de que parecía noqueado, volvió a levantarse y le hizo entender a su oponente, que aún estaba dentro del lugar de batalla, e hizo con su mano como que sonaba la campana y le pidió un round más.

Para los que no la vieron, el termino venciendo, y demostrando una vez más que era un verdadero campeón.

En la batalla espiritual, los verdaderos seguidores de Jesucristo están propensos a recibir grandes golpes y caer varias veces en la lona, pero siempre vuelven a pedir que suene nuevamente la campana.

Los verdaderos seguidores de Jesucristo, nunca se salen del cuadrilátero, siempre se escucha de sus bocas que piden UN ROUND MAS.

Pastor Eliseo Laguna

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